En varias de las entradas que he hecho en el blog desde que comencé he hablado de las plataformas Nacex. Hoy, tras repasar un poco algunas de las palabras que he escrito, parece como si no se me cayeran de la boca. Esto es debido a la gran importancia que tienen para nuestra marcha y crecimiento. Se trata de uno de los componentes más castigados y olvidados, por lo que habrá que reflexionar al respecto; seguramente será por la gran coordinación y perfeccionamiento del trabajo realizado.
Es mucho más fácil realizar críticas que aplaudir el trabajo bien hecho. Siempre he defendido que en Nacex hemos conseguido estar donde estamos, en la mejor empresa de transporte de calidad, porque somos muy exigentes primero con nosotros mismos y luego con nuestros colaboradores. Esta exigencia es la que nos ha ayudado a marcar la diferencia respecto a otras empresas de transporte. Y es que nosotros no sólo entregamos y recogemos, eso ya lo hace cualquier otra empresa más pequeña; en Nacex tenemos unos valores añadidos en los que, hoy por hoy, nadie nos puede superar. No entramos en la típica guerra de bajada de precios, prometiendo entregas y recogidas en horarios que luego no se cumplen. A nosotros dirigimos nuestros esfuerzos e invertimos en calidad y seguridad, lo que más nos importa.
“Nuestra inversión va enfocada a garantizar la calidad y la seguridad de nuestros servicios“
Existen 29 plataformas con 28.766 m2. Muchas veces no hace falta tener más terreno, sino saberlo aprovechar con las nuevas tecnologías. En dichas plataformas hay 2.730 m de cinta clasificadora. Impone ver cómo los paquetes van dando vueltas por la cinta hasta que llegan a la rampa indicada por la etiqueta, no hay margen de error. Existen sistemas automáticos de clasificación con una capacidad global superior a los 100.000 paquetes/hora. Increíble, ¿verdad? Pero no solamente tenemos éste clasificador, además disponemos de vigilancia en todas las rampas y recorridos, por lo que el seguimiento de todos los envíos es preciso; podemos saber en todo momento la localización de los paquetes y sobres. Existen también escáneres y básculas que hacen que sepamos medidas y pesos de los mismos. Esto es muy importante, puesto que al hacer lo mismo en todas las plataformas por donde los envíos van a pasar, hace que cualquier modificación de peso sea detectada en el momento y se puede investigar el motivo. El 100% de las parcelas de escaneo están hechas a las 8:30h. Cualquier modificación está transmitida a todas las delegaciones para su conocimiento. Si además añadimos que toda la flota de rutas Nacex tiene un rastreo por GPS para tanto la seguridad de los conductores como de la paquetería, hace que seamos la empresa que, en proporción, tengamos la tasa más baja de envíos perdidos en Europa.
“Somos la empresa con la tasa más baja de envíos perdidos en Europa“
Nuestras bolsas tienen un código de seguridad y de control que, junto con las PDAs, hacen que se tenga un acceso seguro, directo y a tiempo real a una base de datos centralizada. Fuimos también la primera empresa que utilizamos las PDAs para controlar e informar de los envíos, además en tiempo real, es decir, no se utilizan y luego cuando lleguen a la oficina se vuelca la información, se hace en tiempo real, si las ondas lo permiten claro. Ahora es normal ver a casi todas las empresas con ellas, pero cuando empezamos nosotros se extrañaban.
Una lucha que tenemos desde hace tiempo es la transferencia de los reembolsos en la menor brevedad posible. Y se ha conseguido. Algunos nuevos clientes que hemos realizado nos han preguntado si siempre le entregaremos el dinero y en el tiempo adecuado, porque han tenido muchos problemas con éste tema.
Estos son los valores añadidos a los cuales nosotros nos ocupamos con el pvp de los envíos. Damos calidad y seguridad. Y por eso somos una empresa de primera calidad, de vanguardia en la tecnología de la información y que ofrece la máxima seguridad.
“Hoy me debo a la plataforma de Madrid y a toda la gente que hace posible que me sienta como en casa“
Pero esta entrada la quiero dedicar sólo a la plataforma de Madrid y a sus gentes, compañeros de fatigas. Aunque cada vez somos más personas y cada vez me cuesta más memorizar todos los nombres y situar a las personas en su sitio, tengo que decir que en la plataforma de Madrid me es mucho más fácil. Claramente estoy como en mi casa, como en mi propia nave. Muchas de las personas que están en plataforma las tengo en mi retina como las primeras que vi o conocí. La actual plataforma no es la primera que tuvimos, la primera fue al lado de T2 (actual Integra2), que fue la empresa que nos creó. Lógicamente estaba preparada para ello, había muelles y yo cuando iba a dejar la mercancía me encontraba que con mi metro y medio no era capaz de subir los paquetes en los interdías, además soy poco o nada ágil y tengo menos fuerza que un mosquito, por lo tanto, necesitaba ayuda siempre. Tenéis razón, soy un poco ñoña pero me atrevo con todo aunque no tenga fuerzas. Fijaos que si soy un pato mareado que en unas vacaciones en Turquía quise hacer un recorrido en globo por la capadocia. Precioso paisaje y de madrugada más bonito todavía. Pues lo malo fue subir y bajar de la cesta, entre los kilos que voy cogiendo y lo poco ágil que soy, casi tuvieron que traer una grúa para que yo entrara. He exagerado, pero así es como yo me sentía. Pues en la primera plataforma que había me pasaba lo mismo, casi ni se me veía por la altura, porque por entonces estaba mucho menos “gruesa”, je, je. Menos mal que siempre tenía a un caballero que me ayudaba un poco.
Mis primeros recuerdos son de tres personas: Mario, Pablo y José Luis. Los demás podrían estar, pero en esos momentos yo no memorizaba mucho que digamos, porque mi preocupación era únicamente la de levantar la empresa y empezar a dejar de perder dinero, por lo que las personas las retengo en mi memoria como algo rápido. Mario ya no está con nosotros, por desgracia, pero sí tenemos a Pablo y a José Luis. Al principio Mario era el que tenía más relación con los franquiciados (o así lo recuerdo yo), pero poco a poco fuimos conociendo al resto. Recuerdo mucho la sonrisa de José Luis en esos tiempos, era la mayoría de las veces el caballero que me ayudaba en esos momentos que no sabía dónde apoyarme para descargar el trabajo.
Poco a poco la familia fue creciendo, ya apareció Begoña, Jordi, Lupe, Paco, Ramón… Y cuando digo que la familia fue creciendo no significa que no estuvieran desde el principio en Nacex, lo que digo es que en mi cabeza fueron apareciendo y posicionándose.
Cada vez que llego a la plataforma, ahora sobre todo para alguna reunión, me encuentro bien, muy a gusto. Creo que ya he comentado que mucha gente no entiende mi carácter y es porque puedo discutir contigo muy fuerte, pero luego sonreírte, y es que como buena mujer tengo que soltar lo que tengo dentro, pero una vez que lo hago, lo olvido y para otra cosa, no catalogo a las personas por un momento sino por varios. Esto hace que la gente rencorosa no llegue a entender la situación que viven conmigo. Si no estoy de acuerdo con algo lo digo, lo soluciono y a por otra cosa. Y siempre intento que pese más lo positivo que lo negativo. Esto me recuerda un caso que después de varios desprecios y malas actuaciones cuando hablé con otra persona y ya cansada dije que no quería saber nada de esa persona, me dijo que tenía que usar más la cabeza que el corazón en los negocios, lógicamente algo le había contado la otra persona, porque la realidad es que yo estaba utilizando la cabeza en el negocio y no estaba dispuesta a que otros me lo estropeaban. Bueno, a lo que iba, yo olvido muchos cosas y me rio y hablo con las personas que veo, incluso los saludo o beso, porque ya he dicho lo que tenía que decir en su momento. Tener claro que no me guardo nada para mí, yo lo suelto y me quedo tan a gusto.
Por eso no tengo ningún problema en besar y saludar a todo el mundo cuando llego a la plataforma, es más, si llevo mucho tiempo sin ir, hasta me hace ilusión. Incluso aunque haya discutido con alguien me hace ilusión, pues al fin y al cabo las discusiones vienen de la búsqueda constante por la perfección en la empresa.
Aunque el groso del personal del CAF se encuentra en Barcelona, tengo que decir que tenemos la suerte de disponer de algunas personas en la plataforma de Madrid, sobre todo lo relacionado con las rutas, operaciones nacionales, aduanas (sobre éste tema haré una entrada de blog para ella sola porque es digno de estudio) y existen grandes sufridores como Julio, Mª José, etc. No quiero dar muchos nombres porque seguro que se me olvidan muchos a los cuales aprecio de verdad. También tenemos la suerte de tener un departamento de informática de 10. Aquí que les hago la ola, son mis grandes solucionadores de problemas. No hace falta que los nombre porque son pocos, pero los mejores, por lo menos para mí y que conste que también he discutido con ellos, pero no son para nada rencorosos y saben que no es porque alguien se levante una mañana y tenga ganas de discutir, que se hace por el bien de todos. En un pedestal los tenemos. También tenemos a dos representantes de auditoría, a cual más majos. Cuando vienen a auditarme siempre tienen algo nuevo que enseñarme y cuando voy a saludarles siempre los encuentro con una sonrisa.
Como digo da gusto estar con todos en la plataforma, con algunos tengo más confianza que con otros, pero con todos existe una seguridad de que ambos hacemos nuestro trabajo perfectamente para asegurar nuestros futuros.
“Esta entrada va dedicada a ti, Pablo“
Podría seguir poniendo a todo el personal que aprecio o en quien me apoyo en el trabajo, pero sobre todo quiero dedicar mi entrada a una persona que el 18 cumple años y se llama Pablo. ¿Cómo le conocí? Desde el principio, una persona joven pero muy grande, recuerdo que yo puedo medir metro y medio, centímetro arriba, centímetro abajo. Parecía que estaba en un segundo lugar, siempre estaba con Mario y éste hablaba más, se relacionaba con nosotros más, pero ahí estaba Pablo. Siempre he contado que yo no venía de este mundo, salvo lo que había vivido con mi exmarido, como mensajero de “Mensajero Radio” y luego como responsable en la delegación de MRW en Tres Cantos. Pero en el mundo de transporte hay muchas más cosas, así que empecé a asistir a las reuniones y escuchaba a Pablo, y en silencio, empecé a aprender el argot de este trabajo, comencé a entender el mundo y aunque era la única mujer, fui amando la profesión. Pero imponía al principio. Recuerdo las primeras discusiones acaloradas, como yo con una tenue voz quería decir algo, pero pronto me di cuenta que un buen golpe en la mesa seguido de una buena voz era suficiente para que por lo menos me oyeran, el que me escucharan me lo tuve que ganar a base de aprender y luego transmitir las historias coherentemente. Sabía que cuando empezara yo a hablar, como dijera alguna tontería o algo que no estuviera bien constatado, mis compañeros me lo iban a poner difícil, por eso aprendí a comprobar las cosas varias veces antes de abrir la boca, así nunca me pillaban en algo incorrecto y así sigo haciéndolo. Como pasa siempre, las mujeres tenemos que demostrar con más fuerza que podemos valer para un trabajo. El hombre por el hecho de ser hombre ya parece que lo va a hacer bien y no os podéis imaginar las sorpresas que he recibido del género masculino.
Pablo habla poco en las reuniones regionales y es una pena, le deberían dejar hablar más, porque tiene muchos conocimientos que nos puede transmitir, haciendo que se entendieran muchas cosas de nuestro trabajo. Pero si como director de su departamento es grande, como persona lo es mucho más. Me encanta cuando me abraza porque se nota que lo hace con cariño. Me siento segura. Hace tiempo me regaló un colgante que lo guardo como oro en paño. Tengo un gran recuerdo. Y sí, también he discutido con él, pero hemos hablado tanto y he aprendido tanto de su experiencia, que merece la pena “intercambiar opiniones” aunque sean en un tono alto.
Esta entrada va dedicada a ti Pablo, me has enseñado casi todo lo que yo sé del transporte, me has ayudado en los malos momentos y me has dado la palmadita cuando lo necesitaba. Gracias a todo el personal de la plataforma de Madrid, que hace que mi trabajo sea más fácil que cuando empezamos, y mis sudores y dolores de entrañas sean menos fuertes, y gracias a todos por seguir con el reto de mejorar día tras día.
Y por último, aunque ya lo he nombrado, gracias Jordi por este pequeño secreto que me has guardado y que ya podemos descubrir. Espero que los cupcakes hayan gustado y se haya disfrutado tanto como yo planeándolo, aunque no he podido conseguir coincidir la publicación del blog con la entrega de los cupcakes, pero no todo es perfecto en ésta vida.
Carmen Ruiz Atienza