Semana del terror especial Halloween | Edificio fantasma
Por desgracia en nuestra zona, aunque entiendo que también en muchos otros sitios, cada vez hay más edificios vacíos y oficinas cerradas. Edificios que en su día estaban abarrotados, a la semana siguiente pasabas a visitarles y no quedaba nadie, únicamente quedaba el marco de la suciedad del cartel de la empresa sobre la pintura de la pared, al haber sido retirado tras muchos años.
Esto que os voy a contar me sucedió un día que fui a visitar a un cliente que está situado muy cerquita nuestro. Concretamente en un edificio de oficinas, justo al lado de Antena3. Entré por la puerta del edificio y vi que estaban remodelando el edificio entero: pintando, cambiando los suelos, los techos, las puertas, rediseñando algunos espacios de las oficinas…
Visitaba al único cliente que mantiene su sede en el edificio y, como siempre hago antes de entrar, refresque la planta y numero de oficina viendo la agenda y me di cuenta de que no la llevaba apuntada… ¡Siempre igual! Para no variar… Decidí montarme en el ascensor y subir a la tercera planta, creo que estaba ahí la empresa y si no era así tampoco pasaba nada, quizás conocía otra empresa nueva a quien saludar.
Entré como pude en el ascensor, estaba lleno de plásticos, cartones y en el aire flotaba un olor insoportable a pintura, casi costaba respirar. Pulse el botón 3, aún sin saber si aquello iba a ser capaz de subir… ¡Pues sí! Comenzó a subir, no sin antes sonar toda la estructura del ascensor, moverse el suelo de un lado a otro sin parar y golpear el ascensor con las paredes en cada subida de entreplanta. Y por fin llegué al 3, salí del ascensor casi de un salto, vaya subidita en ascensor, nunca más.
Me encontré en el descansillo y las puertas de las oficinas estaban todas cerradas y me di cuenta que me había confundido de planta. Pero se empezó a cerrar la puerta del ascensor y con ellas desapareció toda la poca luz y claridad que podía existir en aquella planta. No veía nada, pero nada de nada, me pegue a la pared y comencé a andar en busca de la salida de emergencia, allí estarían las escaleras para bajar de planta.
Era pleno mes de Diciembre y serían las siete de la tarde, hacia corriente y un frio que no era normal, se notaba que estaba todo vacío. Continúe pegado a la pared y andando con cuidado, a la vez que andaba levantaba la voz y saludaba con el fin de que alguien me pudiera oír y guiarme: ¡hola!…!buenas tardes! pero nadie contestaba, me di cuenta que las paredes estaba húmedas y que mis manos se estaban mojando, con el contacto con la pared. Aparte algo me estaba rozando la cara y el pelo en todo momento, aquello me estaba empezando a poner nervioso.
Conseguí llegar hasta el final del pasillo y tocaba algo que parecía un cristal, pero un cristal opaco, no entraba nada de luz, “que suerte” me dije. Empecé a oír como si alguien estuviera canturreando una canción o tarareando en la lejanía y me quede parado afinando el oído. Y de repente algo golpeo fuertemente el cristal, justo a donde estaba mirando en ese momento y pegue un grito tremendo y comencé a correr, fueron 5 metros, pero se me hizo eterno, abrí una puerta, bueno casi la arrolle y ¡por fin!. Eran las escaleras, las empecé a bajar de tres en tres y en casi cuatro saltos me presente en la segunda planta.
Salí a la segunda planta, y por fin allí estaba mi cliente, entre corriendo en la oficina y todos se dieron la vuelta para mirarme, debía de tener buena cara de susto. Me vi que tenía las manos negras, era pintura de las paredes de arriba. Pregunte por el baño y me fui a lavar las manos y de paso refrescarme, comencé a tranquilizarme, me eche un poco de agua y cuando me estaba lavando las manos, otra vez oí el tarareo y canturreo que había oído antes y con las mismas se produjo un golpetazo en la ventana ¡Zas!
Me di la vuelta casi temblando y vi al de mantenimiento con sus cascos de música, saludándome desde el exterior, estaba colgado de un arnés limpiando los cristales del edificio….