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He sido Directora Regional

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

enthusiasm

Ahora, me voy a ir a las fechas 2004 y 2005. Todavía no había llegado la actual tormenta y todo era crecimiento. Esto significaba que había buenas relaciones entre todos los componentes de Nacex. Estábamos perfeccionando nuestra calidad, estudiando nuevos mercados y filosofando sobre nuestro futuro. Ahora, no me acuerdo de las fechas de los acontecimientos que voy a relatar pero no deben de estar muy lejos de éstas. Éramos tan felices que hasta tuvimos dos reuniones entre la central y algunos franquiciados para filosofar sobre “donde estábamos, hacia donde nos dirigíamos y adonde queríamos llegar”. Todo en ambientes distendidos, hablando tranquilamente. Una reunión fue en Ávila y otra en Segovia. No sé si se han vuelto a hacer, pero lo que sí que tengo claro es que sólo estuve en éstas dos. Fijaros que siempre se dice que las crisis son buenas para hacer cambios y renovarse, y nosotros, antes de las crisis ya teníamos algunas reflexiones. ¡Qué pena que llegara la crisis y no tuviéramos tiempo para rematarlo con sensatez y sin prisas!

En noviembre del 2003, se compra la agencia 2826 actual y me encuentro sumergida en dichos cambios en San Fernando de Henares, siguiendo con mi “perdida de oremus”, de la cual ya he contado bastantes episodios para que se pueda comprobar. Como decía, siguiendo con mis locuras, me presento a Directora Regional zona Centro. Esta zona incluye toda la comunidad autónoma de Madrid, Castilla-La Mancha, Baleares y algunas provincias de Castilla-León. Sustituyo al anterior que era el franquiciado de Ávila. Es decir, si no quería una taza pues toma 2 tazas más, porque entonces me encontraba con la agencia 2801 San Sebastián de los Reyes (incluida la actual 2831 Alcobendas), la 2821 Tres Cantos  y la nueva 2826 San Fernando de Henares. De locura, y encima, me hago Directora Regional. ¿Perdí el oremus o no lo perdí? Que conste que utilizo esta expresión porque me hacen gracia los giros que produce. Porque, además, aunque estaba separada desde el año 1999, fue en el 2004 cuando separamos las sociedades definitivamente. Fueron unos meses complicados, ya se sabe, esto para ti, esto para mí, dividir el personal, etc., pero eso es otra historia que ya contaré. Tengo que añadir que el 2004 fue también el año que perdí a dos personas que trabajaban conmigo, a Jesús (el de la nariz rota en una gincana), que era mi comercial y al mismo tiempo mi excusado, y a David, un conductor. Por lo tanto, fue un año muy duro. En la convención de Sevilla de ventas, nos dieron una estatuilla por la trayectoria comercial de Jesús. Fue muy bonito.

En nuestro capítulo V de nuestro Reglamento Operativo, es decir, junto con el contrato, le podemos llamar nuestro Antiguo y Nuevo Testamento, vienen reflejadas las funciones del consejo, las personas que forman parte y el mínimo de reuniones.

Yo creo que pocas empresas de transporte, o cualquier otra empresa que esté basada en franquicias, tienen reglado un sistema como éste. Es tremendamente interesante y, por lo menos, hace que todas las voces sean oídas. Otra cosa es que sean escuchadas. Pero no es nuestra historia y paso a indicar lo que yo he vivido.

Como he comentado, pierdo la cabeza y me meto también a Directora Regional de la Zona Centro sustituyendo a mi compañero de Ávila. Normalmente, en el mes de noviembre-diciembre, se manda un comunicado para que la gente se presente a Director Regional. Si se presentan varios candidatos, se nos informa para que votemos. Gana el que más votos saque, sin más. El anterior a mí ganó por un solo voto. A mí no me hizo falta, no se presentó nadie más que yo. El segundo año, como no se presentó nadie, tuve que continuar otro año, pero al siguiente ya obligué que alguien se presentara y fue un compañero de Madrid y Baleares.

Sería muy bueno que todos se presentaran a este cargo. No hay mucha gente que se anime, pero tengo que decir que sería muy bueno para todos que lo hicieran. Aquí, podemos hablar de la zona de confort, porque hay algunos que dicen que mejor que lo hagan otros porque lo hacen mejor, hablan mejor, se explican mejor, etc., pero son tonterías (con mi respeto) porque todos los franquiciados somos capaces de hablar de nuestro negocio, ¿a que sí? Lo que pasa que muchas veces es más cómodo que los demás hablen por ti. Yo, con dos años, ya he cumplido. Esto es como con los hijos y el índice de natalidad. Ya está hecho.

Entonces, yo no tuve que hacerme propaganda de mi misma ni pedir el voto de nadie porque estaba sola en la candidatura.

La primera reunión del consejo se hizo con todos los directores regionales, tanto los salientes como los entrantes, y se hizo en Madrid. Estaba un poco de novata, y además, habiendo pocas mujeres, pero alguna había. Ese día, recuerdo a una directora regional saliente que se dirigió a mí y empezó la frase “con mucho cariño” y me indicó algo que presuntamente yo le estaba haciendo y no estaba de acuerdo. El Consejo lo escuchó, lo analizó y no le dio la razón. Hay que aclarar que tenemos un manual en el que se explican todos los temas, y yo soy de manual, no me salto un semáforo en rojo ni ámbar ni por equivocación. A partir de ese día, cuando querían decir algo sobre mí, empezaban con la frase “Carmen con mucho cariño….”. En ningún momento tengo que aclarar que se me quitara la razón de lo que yo hacía con cariño o sin cariño, es decir, yo no estaba equivocada.

También me gustaría aclarar que siempre he tenido complejo de “sorda”, es decir, que aun siendo joven (¿no pensemos otra cosa, eh?) no oigo muy bien cuando me susurran algo en el oído y mi tono de voz es fuerte, por lo que, he ido muchas veces al médico diciendo que soy sorda o casi, pero él se empeña en que soy normal y que oigo normal, pero yo sigo sin escuchar lo que me dicen en el oído. Esto viene que un compañero andaluz de esa época, al cual le adoro, me contó en las primeras reuniones algo suyo personal. Después de hacérselo repetir 3 veces y para que no pensara que estaba cerca de tener un retraso mental, hice como que le entendía. A la siguiente reunión le pregunté por lo que yo pensaba que me había contado y me miró a punto de llevarme a un manicomio. Había oído justo lo contrario. Dios, ¡que vergüenza! Mis primeras reuniones y empezaba “con mucho cariño” y entendiendo lo contrario de lo que me decían.

Cada mes, estábamos en una ciudad de España. Además, se invitaba a un delegado de la zona para que también asistiera a estas reuniones.

La primera reunión en la que ya estábamos los miembros del Consejo entrantes se hizo en Marbella, en el hotel Guadalpin, ¿os suena de algo? Corría el mes de abril. Alucinante, la habitación que me tocó era casi como toda mi casa, y algunas habitaciones tenían jacuzzi. Era febrero y no se podía utilizar porque estaba en la terraza aunque no hacía mal tiempo. Se empezó la reunión en un salón que daba a una terraza con una bonita brisa de mar, y comenzó lo bueno, el trabajo, el conocimiento de la situación, la realidad, las personas, ¡Madre del Amor Hermoso! No sabía si salir corriendo o seguir sentada en la silla, pero rápidamente me puse a tono y pim pam, se siguió el ritmo y se empezó a trabajar dando ideas, soluciones, etc. Lo que hiciera falta para el bienestar de la RED.

También fue la primera vez que en la cena nos siguió un camarero porque no habíamos pagado. Esto es fácil. Entre tantas personas, que pago yo que pagas tú, se levantaron los que tenían que pagar pero no lo hicieron, y cuando salimos, vimos a los camareros corriendo detrás de nosotros gritando que les pagáramos. Yo al ser de Madrid, y “no tener playa”, estaba absorta mirando el paseo marítimo, buscando una terracita para tomar algo con mis compañeros antes de acostarnos, mirando las estrellas, y de repente, alguien que me sujeta el brazo para que pagara. ¡Yo no tengo que pagar! Pero si lo tenía que hacer pues lo hacía porque hacerlo para nada es tontería, pero que quede claro que nadie me lo había dicho. Pero no era yo la que tenía que pagar, y al final, así se hizo.

Mi antecesor, compañero de Ávila, claro era hombre, por lo tanto, se repartían puros, y luego, se echaban una partida de mus, y yo, con mi llegada, les estropee todo. Aunque tengo que decir que, sé jugar al mus y creo que bastante bien, pero no tuvieron ninguna intención de jugar, y lo del puro, como que no tenía complejo de Sara Montiel, pues no pude compartir esos momentos masculinos tan especiales.

Cada mes, estábamos en alguna ciudad de nuestra hermosa geografía. No me daba tiempo a conocerlas, aunque sí los aeropuertos. Se llegaba con el tiempo justo para la reunión, nos encerrábamos en la sala del hotel, se terminaba el día y llegaba la noche, tiempo para una ducha y a cenar. Se terminaba de cenar y como mucho una copa y a la habitación. Al día siguiente, vuelta a empezar y reunidos hasta que salieran los aviones para los distintos destinos. Y nos faltaba siempre tiempo, no podíamos terminar con todo.

Si no recuerdo mal, en el aeropuerto, cuando estuvimos en Gijón, fue complicado. A la vuelta teníamos overbooking, y posiblemente, no tuviéramos plaza. De repente, tenía en mi mano la tarjeta de Iberia Plus, me la dio la recepcionista y anunció que las personas que tenían dicha tarjeta podían pasar, pero por los pelos. Tengo que decir que, un poco más y conozco Gijón. Me había sacado la tarjeta pero no sabía las ventajas que podía tener, y además, tampoco me gustaba utilizar ciertos “privilegios”. Yo en mi línea, aunque en este caso lo hice.

Aquí, voy a hacer un pequeño paréntesis sobre mi recorrido por la historia de mi etapa de dirección regional, porque al hablar de aeropuertos me acabo de acordar de otra experiencia que he tenido con los aviones.

Mis padres ya son mayores, y mi padre, en concreto, se quedó ciego hace años. Antes que estuviera totalmente ciego, le lleve a visitar a los familiares que tenemos lejos de Madrid. Francia y Tarrasa. En el caso de Tarrasa, lo que hice fue reservar plaza en primera, toda contenta yo, porque también iba a ser la primera vez que yo hacía un viaje de ese estilo. Ellos no lo sabían y quería darles una sorpresa. Resulta que empezamos con que nos cambiaron de puerta donde estábamos esperando, y además, en vez de llevarnos por la pasarela hasta la entrada del avión, nos metieron en un autobús hasta el avión. El problema fue que, en el mismo autobús, había todo un equipo de baloncesto. Y ahí nos veis, a tres enanos entre unos deportistas de élite, que además, eran muy graciosos, pero yo era incapaz de mirar hacia arriba sin troncharme la columna. Hay que tener en cuenta que mido poco más de metro y medio, aunque con los tacones disimulo un poco mejor. Inexplicablemente, el autobús se paró sin llegar todavía al avión ni tampoco abrir las puertas. Yo me sabía de memoria todos los botones que tenía el cinturón de la persona que tenía enfrente y creo que era el cinturón porque debía de estar más colorada que un tomate porque el autobús estaba lleno no, lo siguiente. Y nada, que eso no se ponía a andar para mi mayor vergüenza. Encima, tuve que explicar a unos mayores que estaba pasando sin siquiera yo saberlo. Pero los deportistas se pusieron a contar chistes, muy graciosos ellos, pero yo no sabía si al mover alguna parte de mi cara la cosa podía empeorar y bastante. Al final, nos pusimos en movimiento y subimos al avión por la parte de atrás. Entré a la primera clase, los del baloncesto se quedaron en turista. Tengo que decir que, no me acuerdo del nombre del equipo de baloncesto, pero lo que sí que me acuerdo es que la persona del cinturón era un famoso jugador de baloncesto casado con una famosa que tuvo un hijo y luego se separó, ¿os suena?

Ya tenía una anécdota que contar de este viaje, en cuanto se me pasara el rojo de la cara. Vi a las azafatas muy atentas y muy nerviosas. El avión no despegaba. Por delante entró gente que miraba, revisaba asientos y salía de nuevo. Las azafatas empezaron a hablar en clave: “ya llega, ya entra, ya pasa” y, ¡zas! De repente, delante de mí, por la puerta delantera del avión, vi unas grandes piernas, empezaron a subir la mirada y la cabeza. ¡Más altos no por favor! Y, me encontré con los ojos del Príncipe Felipe. Dios, si soy republicana y, de todas maneras, me pongo nerviosa. ¡Qué alto es! Seguía sentada, cualquiera se levantaba, y además, que guapo es. Por aquella época, era cuando se decía que estaba con Eva Sannum y en los periódicos salían fotos de ellos en una boda, aunque no me acuerdo muy bien. Se puso atrás de todo. Yo intentado explicar a mis padres que estaban viendo bien y que teníamos un compañero de viaje especial. Llegamos a Barcelona y yo cogí a mis padres para dejar que el Príncipe pasara delante, él me dijo que no, que esperaba detrás. Al parar el avión, ambos sacamos de nuestros bolsillos los móviles, eran los mismos, ¡qué genial! Seguía nerviosa y me decía: pero si eres republicana, pero imponía. La verdad es que, sin querer, ese día, di una buena sorpresa a mis padres. Otro día, vi a la Reina, pero ya es otra historia.

Siguiendo con nuestras reuniones de Directores Regionales, tengo que decir que la mayoría las hacíamos en Madrid y en Barcelona. En noviembre, fue en Lisboa junto con la convención Nacional, yo no asistí a dicha convención, porque como he contado al principio, en julio, se produjo la separación de sociedades y como el título de transporte lo ponía mi ex, tuve que examinarme en noviembre de la OT. Aprobé y me dieron la noticia en diciembre. Me hizo muy feliz.

En 2005, empezamos en enero en Sevilla junto con la convención de comerciales. Tengo que decir que si las reuniones eran largas, cuando además coincidían con las convenciones, se hacían más pesadas todavía.

En junio, estuvimos en Hondarrubia, donde tengo que decir que se come muy bien, y en julio, en Sitges, ciudad muy bonita. Fue también un consejo interesante. Además, recibimos la visita de Miguel de Logista, el que en otra entrada del blog había venido a visitar mi delegación porque quería comprar una franquicia y terminó comprando toda la red. ¿Os acordáis?

Y en noviembre, otra vez de convención, ésta vez en Port Aventura. Tengo que decir que yo soy miedosa por naturaleza y en estos sitios sólo subo a los caballitos y con mucho cuidado.

En todos los sitios donde estábamos, nos llevaban a cenar a unos restaurantes donde podíamos degustar buena comida, salvo cuando veníamos a Madrid. Un día lo comenté, dije que en Madrid también había buenos restaurantes. Entonces, una vez eligieron un restaurante que es el que van los jugadores del Real Madrid, y claro, fue un fracaso ¿Cómo se les ocurre llevar a este sitio a unos forofos del Barça? No les gustaba nada, ni la comida, y mira que en Madrid, tenemos buenos restaurantes y éste es uno de los mejores. A mí me encantó y cené muy bien.

También  quiero añadir que, las cenas eran las que hacíamos en los restaurantes, porque las comidas las hacíamos en el hotel o bien nos la traían en las plataformas de Madrid y Barcelona.

Pero, aparte de este repaso que he hecho de las ciudades que visitamos en esos 2 años, tengo que decir que, trabajábamos mucho y no daba tiempo a terminar todos los temas, por lo tanto, se seguía con multi-conferencias o video conferencias. Es un trabajo muy interesante.

Durante estos años, aprendí mucho más del transporte, de las personas, de la empresa, de todo. Aunque es duro, un compañero me dijo una vez que yo “vivía en los mundos de Yupi”. Es verdad, prefiero no ver ni vivir ciertas cosas, pero aun así, se consiguieron aportar muchas cosas porque el consejo está vivo y, día a día, año tras año, se aporta lo bueno que todos tenemos en esta santa casa.

¿Qué os parece esta democracia que tenemos en Nacex?

A mí me enamora, me ilusiona, me apasiona, me hace crecer, me admira, me encanta ver como no estoy sola, que puedo salir de mi zona confort apoyada por un gran grupo de empresarios y emprendedores, con el mismo fin por alcanzar, y siguiendo con “mis mundos”. Como diría Vicky el vikingo, dando un salto lateral con las piernas: “estoy entusiasmado”.

Carmen Ruiz Atienza

Y empezamos a crecer

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Clientes Liberación 2000

Siguiendo con la historia de mis últimos años de vida, quisiera desarrollar varios puntos donde podemos comprobar que todas las crisis tienen que pasar, y si además las aprovechamos, sirven para renovarse por dentro y por fuera, pero hay que buscar siempre lo positivo de todo momento. Lo penoso es cuando lo único que se hace es esconder la cabeza como el avestruz y esperar que todo se termine, o aquellos otros que dejan que los demás hagan los movimientos suficientes para que ninguno te haga “jaque mate” a lo tuyo.

No soy de ese tipo de personas, por lo tanto, hay que echar toda la carne en el asador y dejar de lamentarse de la situación, echar la culpa a los otros y “levantarse de la silla”, como dice la promoción de Coca-Cola. Claro que, es más fácil seguir la corriente del río, incluso para los que no quieren escuchar, es mejor aquellos que no quieren hablar, pero hay que remar hacia donde tengamos que remar, y si es en contra de la corriente pues habrá que hacerlo, y además se hace, porque “hacerlo para nada es tontería” y encima adelgaza más. ¿No somos capaces de pagar un SPA que tenga aguas contra corriente para que nos cueste más y quememos más calorías? Pues si hay que hacerlo se hace, pero siempre pensando en positivo, porque no me gusta aquellos que siendo más “largos” se quieren aprovechar de la situación actual para pisar más, si se puede, a los débiles.

Siguiendo con la historia que tenemos entre manos, tengo que decir que una vez superado los primeros años, empezamos a crecer y crecer. Los clientes eran aquellos clientes únicos que sólo buscaban la calidad, les daba lo mismo lo que costara. En esos momentos, sólo podían confiar en dos empresas de transporte urgente y una de ellas éramos nosotros: NACEX. Nadie nos podía superar en calidad. Pero lo mejor de todo es que, no conformes con lo que estábamos haciendo, queríamos la perfección y buscábamos más calidad en todo aquello que tenía relación con un envío:

  • Sólo dos tonos de llamada sin coger el teléfono,
  • Comunicación de la incidencia real antes de que el cliente se queje,
  • El comercial tiene que ir a todas las llamadas/visitas necesarias y requeridas por cualquier cliente,
  • Todos los estados de situación del envío online. Para ello tenemos unas PDA que registran todos los estados en el momento:
    • Cuando el mensajero va a recoger un envío,
    • Cuando el cliente lo trae en la oficina,
    • Cuando preparamos el envío y lo subimos a la furgoneta de la agencia,
    • Cuando llega a la primera plataforma, en mi caso, la de Madrid,
    • Cuando pasa por los lectores de códigos de barra en la plataforma, con el peso, medidas, etc.,
    • Cuando pasa por las rampas para cargar en las distintas rutas correspondientes,
    • Cuando el rutero, después de estar toda la noche conduciendo, va llegando a otras plataformas y/o delegaciones,
    • Cuando llega los envíos a la última plataforma,
    • Cuando lo recogen los coches de las agencias (hay que tener en cuenta que tenemos muchas cámaras),
    • Cuando llegan los envíos a las delegaciones,
    • Cuando va el mensajero a entregar/incidencia,
    • Cuando vuelve a la delegación con incidencia,
    • Y se seguirá informando hasta que el envío esté entregado o vuelta a origen.
  • Y así un día tras otro. Calidad en la seguridad. Ponemos todas las medidas para que no se produzcan ni robos ni roturas.

Podría seguir poniendo más ejemplos, pero creo que sólo se puede creer todo lo que hacemos si estáis con nosotros trabajando.

Puedo contar algunas anécdotas de cómo los clientes, que sólo querían calidad costara lo que costara, cambiaron en el momento que llegó la crisis:

  • Recuerdo a un cliente que era encantador, pero se enfadaba siempre porque en una provincia de Castilla-La Mancha se le recogía (algunas veces) cinco minutos más tarde. Nosotros lo podíamos entender y es que suponíamos que nos decían la hora justo la que salían las personas para irse a sus casas. Nos echaba unas broncas que teníamos un gran disgusto. En cuanto llegó la crisis nos cambiaron de mensajería a otra que les recogía 2 veces por semana y se tenían que esperar el tiempo que hiciera falta. Creo que nunca se quejaron.
  • También hay que tener en cuenta que el personal de una empresa cuando hace algo mal a los primeros que nos echa la culpa es a nosotros. Recuerdo varios casos en que la persona que tenía que presentar concursos los hacía bastante mal, porque además según la comunidad autónoma es de una manera o de otra. Nosotros somos especialistas en estos trámites, y más de una vez, hemos salvado el error de la otra persona, pero ahora bien, el primer error que se pudo tener, y antes de que le echaran, no dudo en decir que los culpables éramos nosotros. Además, en un caso fue un error de problemas en Baleares con avión incluido, es decir, tampoco fue directamente el error del Courier, pero se negó a aceptarlo y su jefe le creyó.
  • Otro jefe que también creyó a su personal, decidió llamarme por teléfono, porque ya antes había discutido con el resto de mi personal y yo siempre les digo que para “discutir estoy yo”. El problema fue que, en el momento de descolgar el teléfono, no me dejó ni presentarme, todos los insultos que tiene la lengua castellana los estaba recibiendo uno detrás de otro. Además, me estaba diciendo al mismo tiempo que estaba recién operado del corazón. Yo la verdad, es que llegué a pensar que tenía que llamar al 112 mientras hablaba con él, no podía articular palabra y el señor cada vez más nervioso y como que le costaba hablar. Cuando terminó de acordarse, no sólo de mí sino de toda mi familia, conseguí hablar con él, explicarle lo que había pasado y hacerle sólo algunas preguntas que eran lo suficiente para que él sólo se diera cuenta de quien había tenido la culpa de todo. Me volvió a llamar a las pocas horas y sólo recuerdo que me dijo “lo siento y a sus pies”, algo raro en ésta época en que andamos.
  • Otros clientes están mirando la web para comprobar los oks de entrega y/o incidencias, y si no lo ve, nos llaman a nosotros, pero en cambio cuando cambian de mensajería no lo miran, porque si no se darían cuenta que meten el ok de entrega cuando está en la oficina no en el destinatario.
  • Si es verdad que los destinatarios que trabajan con Nacex saben que somos buenos y caros, y cuando nos retrasamos, ya están exigiendo a su cliente y él a nosotros, pero cuando es otra compañía ni miran la hora, por lo tanto, no saben si han llegado a tiempo o no.

También los clientes de antes de la crisis eran buenos pagadores, ahora no. Ahora mienten para dejarte en la estacada. Porque cuando una persona/empresa tiene intención de pagar y no pueden por circunstancias, pues pueden hacer un intento de pago, aunque sea a plazos, poco a poco. Pero de esos hay muy pocos. Bueno, en realidad, yo creo que ninguno aunque he dado la oportunidad a muchos, porque al final me cuesta más el abogado que lo que me debe.

Me acuerdo de los que me han dejado a deber dinero de la siguiente manera, todos clientes de toda la vida:

  • Resulta que empieza a jurar que va a pagar, que como dudo de ellos si siempre había pagado a tiempo y regularmente. A los tres meses, les digo que se acabó, y al día de hoy, no he conseguido nada de la justicia porque han disuelto la sociedad o la ha comprado una empresa de Bahamas y no se sabe nada más. Ahora bien, todos los trabajadores con el antiguo socio y el mismo edificio de antes, es donde con otra razón social siguen trabajando y yo sin el dinero. Y estoy hablando de mucho dinero.
  • Otro me daba pagarés y cheques y con mucho retintín me decía que tenía el dinero suficiente y que cuando quisiera me pagaba. Creo que han pasado 4 años y sigue sin pagarme, y además, está a mi lado y veo como cada día trae un cochazo más grande.
  • Otro, después de 3 años, consigue que se le retengan las cuentas, y el juez le embarga una cuenta que tiene 36 euros. Y es lo que me pagan a mí. Otra vez vuelta a empezar para que le embarguen las cuentas que tienen más dinero y/o clientes.
  • Otro que después de varios años, consigue un acuerdo con el cliente para realizar los pagos a cuenta. No llega a pagar ninguno. Se vuelve al juicio y se le condena a que me lo pague con los intereses adecuados. Me llama el dueño y me pide que por favor, hagamos otro plan de pago. Le digo que ya lo había hecho pero que no lo había cumplido. Me dice que es poco dinero y que lo paga cuando quiera. Le digo que lo haga. Me dice que si le obligo a que me pague es la ruina de su empresa. ¿No era poco dinero? Le digo que si no se ha puesto a pensar que, al no recibir yo ese dinero, si se había producido la ruina de mi empresa. Me dice que a lo mejor tiene que despedir a alguien, le digo que a lo mejor lo he tenido que hacer yo. Me dice que tenga cuidado con las sedes que me puede ocurrir algo. Se termina la conversación. Es lo único que he conseguido ganar en un juicio y era bastante dinero.

Maravillosa época en que los clientes buscaban la calidad y pagaban sin engaños. Significaba que todos respetábamos el trabajo de todos.

Tuvimos que comprar una nave más y alquilar otra en San Sebastián de los Reyes, por lo tanto, teníamos 3 naves: en la 2801, otra en la 2821 y otra en la 2826.Todo para dar una buena calidad y servicio a todos los clientes. Pero, empezó la crisis y todo empezó a cambiar. Lo único que no ha cambiado es nuestra forma de mantener la calidad. Seguimos haciendo los cambios necesarios para que vayamos a la perfección casi absoluta, pero no nos olvidemos de una cosa:

TODOS SON PERSONAS. Las máquinas nos han quitado mucho trabajo, pero ordenando a la maquina estamos nosotros: los seres vivos/humanos. Por lo tanto, por favor, no perdamos el respeto hacia el trabajo y los trabajadores.

Carmen Ruiz Atienza

Me he vuelto una mujer 2.0

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Nuevas tecnologías

Teniendo en cuenta que soy una mujer que “plena madurez”, me sigo asombrando yo misma de las ganas que pongo en todo aquello que las nuevas tecnologías me están ofreciendo.

Soy la pequeña de tres hermanas, de clase obrera, residente en un barrio obrero. Mis padres hicieron un esfuerzo para que las tres hermanas fuéramos a un colegio privado. Eso significaba que, en enero, cuando llegaban los Reyes Magos, se les habían caído los regalos por otras casas porque a la mía, cada año, le tocaba a una de nosotras recibir lo que habíamos pedido. La bicicleta que pedí cuando tenía uso de razón me llegó a los 10 años, precisamente, el mismo día que pasé de niña a mujer. Gracioso,  ¿no?

Recuerdo unos Reyes muy especiales. Yo esperaba como todos los años, que me llegara mi bicicleta. Había pasado la noche nerviosa y con los ojos muy apretados porque si los habría no me iban a dejar nada. Sin dormir durante toda la noche, oí como había ruido en la casa, cerré los ojos más fuertemente. Estaban ahí, me estaban dejando la bicicleta seguro, era una niña modelo. Noté como alguien se acercaba a mi cama, se agachaba y me daba un beso. La barba picaba, no se había afeitado bien. Yo apreté más fuerte los ojos. Se marcharon. Era de noche, todavía no podíamos levantarnos. De madrugada, me superó el cansancio y me dormí. De repente, sonó una música muy fuerte de Tom Jones, cantante de moda de la época. Nos despertamos todas, salimos corriendo, mis hermanas al tocadiscos que estaba sonando, yo buscando por el resto de la casa mi bicicleta. Bueno, pronto me di cuenta que no era mi año, tenía que seguir esperando y escuchando la música en ese tocadiscos. Mis primeros cuentos de Disney fueron en ese tocadiscos, con una voz femenina que relataba el cuento con un acento que no era de Jaén claramente, por lo menos, de algún país pasado el charco.

Cuento todo esto para que se sepa que soy de la época de los vinilos y además de la E.G.B., por tanto, mi admiración por todos los adelantos actuales, me recuerda algunas veces a mi abuela, que cuando veía paseando al hombre en la luna, decía que era todo mentira, aunque hay que reconocer que, después de tantos años, se intenta demostrar que tampoco pudiera haber sido muy real.

La realidad es que nuestras vidas han cambiado mucho con las nuevas tecnologías. Me hubiera gustado que en mi época hubiera habido móviles que hubieran hecho fotos de los momentos más difíciles o más bonitos de lo que llevo vivido. Casi todo está en mi recuerdo. Y hay veces que cosas que se te han olvidado, vuelven a tu cerebro como una ráfaga gracias a un olor o una palabra. Pero en realidad, me hubiera gustado tener los adelantos que tengo ahora para plasmar toda mi vida.

¡Cómo me gustaría ver en una foto el recuerdo de mis primeros pasos, llegando a la meta que eran las rodillas de mi madre! o ¡cómo me gustaría ver otra vez mi mano pequeña metida en la gran mano de mi padre y yo pensando que era un gigante!

Ahora, con las nuevas tecnologías todo esto se puede hacer. Si no te gusta como ha quedado la foto, la borras y la vuelves a hacer. Yo tengo un montón de carretes que no valen para nada, porque o bien estaban borrosas o bien no se veía nada de nada por la luz. Ahora todo es más fácil: los viajes, las alegrías, las tristezas, los MOMENTOS.

Lo bueno es que todo lo puedes compartir con todas las personas que te rodean: familiares, compañeros de trabajo, amigos, etc. Y además, sabes lo que ha sido de ellos en todo momento.

Hoy, lo hablaba con mi hija. Ella mantiene contacto con sus amigos del colegio, universidad, etc., a través de las redes sociales. Aunque no se vean todos los días o de vez en cuando, por lo menos se felicitan los cumpleaños, las navidades, etc.

Yo, en cambio, no lo puedo hacer, no existía ni el móvil, por lo tanto, no tengo casi ningún conocimiento de mis compañeros del colegio, del instituto, de otros trabajos, etc., y en el fondo, me da pena, porque es parte de mi vida que la tengo perdida.

Hace poco, leí que una empresa te preparaba un libro con lo que habías escrito durante años en el Facebook. Me pareció una buena idea, y que además, yo lo había pensado, porque desde que utilizo las redes sociales, creo que es uno de los mayores descubrimientos de la época.

En España, todavía no somos dados a utilizar las redes sociales, pero poco a poco, iremos sacándoles las ventajas que son muchas, como persona individual, como empresa, como conocimientos, como experiencias, como información, etc.

Tengo que reconocer que, cuando cambié de móvil de una marca a otra marca, me costó mucho. Mis experiencias han cambiado totalmente, lo que he aprendido en muchos temas no tiene nombre, y estoy deseando seguir aprendiendo. Soy como esa niña que esperaba con mucha ilusión que llegaran los Reyes y su bicicleta. Por cierto, sólo teníamos los Reyes, Papá Noel se había quedado en Escandinavia. Con la diferencia que ahora, para mí los Reyes son todos los días, porque todos los días aprendo algo nuevo con las tecnologías, y además, y lo más importante, sonrío mucho más. Primero, por el orgullo de lo que he conseguido y segundo, por ponerlo en práctica y ser feliz.

Para terminar mi viaje al pasado, quisiera hacer una pregunta al aire, porque yo no he encontrado la solución. Con tantos avances tecnológicos, que hasta se pueden fabricar armas con una impresora 3D, o con la misma impresora se puede hacer una prótesis de un hueso e implantarlo, ¿cómo es posible que tengamos que seguir utilizando las impresoras matriciales para imprimir en papel autocopiativos? Si existe otra forma que me lo digan, porque hasta los cheques de los bancos son de 2 copias y se necesitan o bien lo haces a mano. En nuestro caso, como empresa Courier, seguimos utilizando los albaranes de este tipo para que los clientes, si quieren, rellenen los datos, porque a lo mejor no les gusta o no tienen Internet en su trabajo para hacerlo a través de la web. Y a día de hoy, todavía nos siguen pidiendo éstos albaranes y seguimos teniendo una impresora matricial para sólo éste tema, porque los cheques al final, prefiero hacerlos a mano.

Tantos adelantos para algunas cosas y otras seguimos un poco atrás, ¿no os parece?

¿Tenéis algún caso parecido? ¿Os viene a la cabeza alguno más?

Carmen Ruiz Atienza

Piedras en el camino

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Piedras en el camino

Sigo con los recuerdos de aquellos años en que todo era nuevo y te producía una mezcla de inseguridad y temor, y que ahora tiene una frase para definirlo: salir de la zona confort. Es como el humorista que actualmente busca todos esos significados huérfanos de significantes para asignarles una palabra. ¿No os pasa a vosotros también? Yo tengo un problema con esto. Soy única para cambiar refranes, palabras, significados, etc., Me los invento, pero creo que es debido a mi etapa revolucionaria. No estoy de acuerdo con algunas palabras y me hago una rebelde mental, y además, me gustaría ser tan ocurrente como el humorista que hago referencia y que seguro que todo el mundo conoce.

Ahora que acabo de hablar de mi etapa revolucionaria, recuerdo a mi personal cuando se ríe y les cuento mis canciones según mis etapas. Todo el mundo a lo largo de su vida, pasa por diferentes etapas. Todas ellas están claramente relacionadas con canciones y/o hechos históricos, aunque sea para uno mismo. Yo he tenido varias etapas, muchas.

Una vez pasada la etapa de que nadie nos conocía, que empezamos a demostrar lo que podíamos conseguir y la crisis se marchó, empezamos a crecer y a crecer y a crecer.

En el año 1999, compramos una nave, la anterior estaba en alquiler. Nos trasladamos en julio-agosto de dicho año, aunque, tuvimos un robo total en junio de ese mismo año para despedirnos de la anterior nave. Este robo fue gracioso, aunque lo digo irónicamente como es lógico, debido al sufrimiento producido. Yo llevaba meses separada aunque seguimos trabajando juntos hasta el 2004, momento de la separación definitiva de las sociedades y por lo tanto, de las delegaciones. El día de San Antonio, santo de él, lo estábamos celebrando en su nueva casa. Un vecino me llamó para decirme que la puerta de la nave estaba abierta y que creía que nos habían robado. En esos momentos, yo tenía una furgoneta Nissan Serena para toda la familia. Cogí a mis padres, hermanos, sobrinos e hija, y todos en la furgoneta a toda velocidad para ir a la nave. La verdad es que intentaba no ir nerviosa y sobre todo, tenía que demostrar tranquilidad y cara de que no pasaba nada para no asustar a los que estaban dentro del coche. En San Sebastián de los Reyes hay una zona en la que cada pocos metros hay badenes, que además ahora han dado orden de rebajarlos, pero en aquel momento estaban súper altos. Como los pasaba a un poco más de la velocidad permitida (espero que ya esté prescrito o que no lea esto la Guardia Civil) cuando pasábamos por los badenes, se producían unos saltos, que uno de mis sobrinos aprovechó para querer hacer de superman y paso del final de la furgoneta hasta casi a mi lado, donde le frene. La furgoneta tenía dos asientos al final y luego un pasillo con dos asientos movibles, y al final la conductora y el acompañante. En total 6 plazas. Lo explico para  conseguir que podáis visualizar el momento.

Hablando de los famosos badenes de Sanse, en otro coche hizo que del golpe se estropeara el carter del coche, iba a una reunión de central, pasaba a buscar a una persona y, ¡zas!, noté un pequeño golpe en el bajo del coche. Llegué a buscar a la persona, llegué también a la reunión, pero cuando salí de ella, tenía todo el aceite en la acera del coche y sin locomoción posible. A esperar a la grúa. Otra anécdota.

Sigamos con el robo. Cuando llegué a la nave, me estaba esperando la policía. Me hablaron de muchas cosas, pero yo solo veía la nave VACÍA, totalmente vacía. No habían dejado nada o casi nada. Una pantalla, una CPU, alguna silla, mesa y la correa de mi cámara de fotos. Lo de mi cámara de fotos es gracioso, quería tener un recuerdo de la nave antigua y además hacer unas fotos de la nueva, y tenía la cámara de fotos en la nave. Se llevaron mis recuerdos y no tengo fotos de nada de lo que quería, porque se me quitaron las ganas durante un tiempo. Pero, ¿por qué me dejaron la correa? ¿Para que nunca me olvidara de esto? Recuerdo que, además, me dejaron una cajita pequeña vacía, pero como venía del extranjero venía con una factura, que gracias a Dios, nos sirvió porque al comunicárselo al cliente al principio tenía un valor enorme, pero luego cuando le enseñamos la caja se dio cuenta que era una pequeña “tuerca”.

Nos robaron en el fin de semana, por lo cual pudimos notificar a Nacex el lunes lo que nos estaba pasando. Lógicamente, no se podía hacer nada porque no teníamos ordenadores. Se hizo todo manualmente hasta el final, que nos llevamos los paquetes a la plataforma de Madrid y ahí tecleamos todo. Al mismo tiempo, estaba coordinando la llegada de un informático desde Barcelona para ponernos el servidor y los ordenadores. Estando en la plataforma tecleando sentada en una gran caja, me avisaron que el informático estaba en Madrid. Le fui a buscar al aeropuerto y nos marchamos a la nave, pero faltaban los ordenadores y el servidor. ¿Dónde estaban? Pues eran los asientos que teníamos en la plataforma. Fuimos a por ellos y estuvimos toda la noche en vela para arreglarlo todo. El pobre informático se vino a mi casa para dormir un poco y vuelta a empezar para la oficina. Y se arregló. ¿Veis cómo entre todos superábamos rápidamente los obstáculos?

Por desgracia, también nos robaron el fax. Por aquel entonces, el fax era lo que hoy es el Whatsapp, aunque parezca mentira. Las notificaciones de los envíos a Canarias, por ejemplo, se hacían por fax (bueno, hasta se hace ahora), y como ese lunes, avisamos de lo que nos estaba pasando, resulta que el martes, una delegación de Canarias dijo que nos había pedido la recogida por fax y que no se lo habíamos hecho. Al explicar lo que estaba pasando, dijo que era urgente y que me las apañara. Con mucho cariño un mensajero mío cogió el paquete, le metimos en un vuelo rumbo a las Islas, y allí que se marchó a hacer la entrega. No mucho más tarde (por desgracia no le dejamos estar mucho tiempo disfrutando del buen tiempo y tuvo un poco de tiempo de relax), vuelta para la península.

Todo esto ha servido para que, ahora, en nuestra Intranet tengamos continuamente información de todo lo que les ocurre a las agencias que no tienen fax, que no tienen teléfono, etc., Además, ahora, todo lo hacemos por ordenador y tenemos el tiempo que hay que contestar a una recogida. Por lo tanto, si vemos que no se lee, es que algo ha pasado, y podemos arreglar el problema antes de que el mal sea mayor. ¡Qué bien me hubiera venido esto a mí en ese momento!

Lo que es importante es que, al mismo tiempo que estábamos con el robo, se estaba preparando la nueva nave con coordinación telefónica, obras, licencias, etc. Luego Dios ahoga, pero no mata, aunque algunas veces lo he dudado.

Otro de los momentos más difíciles es cuando hay que despedir a las personas.

Es gracioso. Primero, tuve que aprender a preparar entrevistas para conseguir trabajo, luego a hacer exámenes para opositar, y ahora, era yo la que estaba en el otro lado de la mesa para hacer las entrevistas y saber si era la persona que nos interesaba en esos momentos. Pero, creo que esto lo dejaré para otra entrada dedicada a ello.

Y ya vale por hoy de piedras en el camino, siempre hay que mirar lo positivo y la fuerza que nos da todo lo que vivimos.

Carmen Ruiz Atienza

Las convenciones Nacex

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Convenciones Nacex

Aunque ya he escrito anteriormente sobre alguna convención, me gustaría dedicarle íntegramente la entrada de hoy, o por lo menos casi íntegramente, porque al final, me voy de un tema a otro con los recuerdos.

La primera, que ya he comentado, es aquella donde vimos por primera vez la plataforma de Barcelona. Fue aquel curso del programa que no funcionó ese día y que al final, terminamos tomando unos canapés con Emilio Sánchez Vicario, aunque tengo que decir que yo ni me acerqué. Tímida yo. Como ya he comentado hasta llegar a ser “cansina”, venía de la empresa privada y de ser funcionaria. Muchas veces, pienso que era como si llegara a este mundo del transporte de un “Convento de Monjas”, por la poca vida experimentada. Todo me llamaba la atención como un bebé que empieza a vivir.

A partir de esa fiesta/convención, nos encontramos con una cada año. Al principio, casi siempre eran en Madrid, lugar céntrico con buena combinación de transporte. Eran convenciones íntimas y cercanas, unos hablaban y otros preguntaban, e incluso se podía interrumpir. No había problemas. Nos íbamos presentando porque al principio no nos conocíamos mucho, hacíamos amistad y hablábamos todo el rato de las experiencias que habíamos tenido durante el año. Es verdad que se aprovechaba para aclarar momentos tensos que se habían tenido durante el año, y después de pulirlos, a otro “cosa mariposa”, que estamos de convención. Como ya he comentado, cada envío que salía era como un parto y cualquier incidencia un mundo. Por lo tanto, el día de la convención no se te olvidaba y cuando oías o veías a alguna persona relacionada con el problema, te tirabas como una posesa a aclarar lo que había pasado.

Me acuerdo que en una que casi tiro una copa de champán a un compañero mío. Hay que tener en cuenta que yo soy madrileña, de madre de Cuenca y padre de Jaén. Cuando hablo seria soy muy castellana-manchega como D. Quijote y cuando me “desmadro” tengo un poco de andaluza, pero muy poco. Por lo tanto, cuando hablo en un tono serio soy muy seria, y al tener un interlocutor enfrente que se lo tomaba a “chirigota”, no pude por menos que echarle la copa de champán encima. Era champán/cava, no se lo hice con vino barato.

Otro recuerdo que tengo, este un poco desagradable, es a un “compañero” dejándome disimuladamente la llave de su habitación de hotel en mi mano. Pero, ¿no se da cuenta que soy castellana-manchega?

Cuando yo estudiaba (en la prehistoria), había Castilla la Nueva y Castilla la Vieja. Madrid pertenecía a la Nueva (creo recordar). Yo era castellana de pura cepa. Cuando llegaron las autonomías,  ya no era castellana, no se quería que Madrid perteneciera a ninguna de las dos castillas, porque se quería otras capitales de autonomías y tuvimos que ser uni-provincial. ¿Alguien se dio cuenta que nos quitaron la personalidad a la que durante años me había sentido integrada? Me quitaron además el color morado por el rojo y el torreón del castillo por las estrellas. Todo diferente. Pero tengo que decir que mi carácter es castellano y las cosas son como son. Hay momentos para divertirse y otros momentos para ser serios y recios.

Tras este Kit-Kat, sigo con las convenciones.

Siempre se hacían más o menos por las mismas fechas de Noviembre, por lo tanto, o coincidía con la muerte del dictador o con un partido de futbol del Barça-Real Madrid.

Lo de la primera fecha de aniversario, los primeros años todavía salías por las calles de Madrid y veías alguna que otra manifestación que me ponía un poco tensa, pero no pasaba nada importante. Eso ya hace tiempo que no se ve nada de nada por el centro.

Lo del partido de futbol ha pasado en varias ocasiones.

Las convenciones habían cambiado, ya no eran bidireccionales, ya no se podía interrumpir ni opinar. Se subían en una tribuna los representantes del franquiciador y uno detrás de otro, nos daban la charla. En las primeras convenciones,  todos estábamos a la misma altura, no había tribunas. Cuando aparecieron las tribunas todo cambió. Otro cambio es que, al principio, la convención era de un día, posteriormente fueron de 2 oficialmente. Como eran cerca del fin de semana, uno se podía quedar más tiempo. Además, se dejaron de hacer en Madrid, por lo cual, yo encantada porque podía conocer mejor otras ciudades de España. Esto hacía que el primer día que empezaba todo, al estar “frescos” se alargaba hasta altas horas de la madrugada. Al día siguiente, en la parte de las charlas, como no te dejaban intervenir, era como si apagaran la luz. Se “liaba parda” porque más de uno se dejaba llevar entre los brazos de Morfeo.

Siguiendo con el tema del futbol, hay que tener en cuenta que el franquiciador tiene su sede en Cataluña, por lo tanto, lleva en los genes ser del Barça. Yo creo incluso que no entra nadie a trabajar que no sea del Barça, porque me imagino a uno del Español allí metido y tiene que ser un sufrimiento. Esto es broma “castellana”. Pero será verdad eso de que es más que un club, porque cuando te preparaban el video final, donde indicaba que las charlas habían terminado y que pronto encenderían las luces, siempre hacían un repaso de nuestro maravilloso año y metían alguno que otro gol que hubiera metido el Barça al Real Madrid. Cuando era al contrario el silencio era sepulcral. Claro, esto subía más el ego al personal que fuera del Barça, pero al resto poca gracia nos hacía o nada.

Algunos les hubiera gustado ver al Betis-Sevilla, al Depor, etc.,etc., pero no siempre era lo mismo. Y a mí que no soy muy de futbol, me estropeaban siempre esos momentos de éxtasis que estaba viviendo con las imágenes y la música de We are the champions y la piel de gallina. Tengo que decir que no soy futbolera, pero soy del Real Madrid y de España (enhorabuena campeones de Europa Sub-21).

Tengo que decir que también había una persona de un departamento en concreto, que metía en el discurso algo sobre futbol y el Barça. Era un poco penoso porque el resto de lo que hablaba era muy poco interesante.

Esto se terminó un poco (sólo un poco) cuando nos compró Logista y el Consejero Delegado salía siempre al quite de lo que se había dicho durante las charlas. Gracias Consejero, porque como no era bidireccional nos teníamos que callar y aguantar.

En mi empresa Liberación 2000 tengo futboleros de todos los equipos: Barça, Atlético de Madrid, etc. y claro del REAL MADRID.

Antes del año que nos compró Logista (creo recordar que por el año 2000), vino a la delegación un “presunto” futuro comprador de una franquicia Nacex. Quería conocer la opinión de los franquiciados que ya estábamos trabajando para la red. Estuvimos hablando largo rato y nos hizo muchas preguntas. Estábamos al lado de un representante del CAF en plataforma. Yo estaba en mi época de Yupi. Estábamos empezando a crecer, todo funcionaba bien, no había crisis y mis venas eran de color naranja Nacex.

La siguiente vez que vi al “presunto” futuro comprador fue en una convención. Era en Madrid. Al verle entre tanta gente, mi cabeza estaba diciendo: ¿De qué conozco a ésta persona?, y de repente oigo a mi lado: ¿En vez de comprar una agencia has comprado todas? Era de Logista. Yo seguía pensando con las neuronas que me quedaban sin estar asustadas. ¿Qué le había contado? ¿Qué cosas le había dicho? ¿Cuántas veces habría metido la pata?

En esa convención, me acuerdo de estar desayunando con una compañera de Barcelona, recibir la llamada e ir a comprar el periódico para conocer la noticia de la compra de Logista. Mi compañera Nacex ya lo sabía de hace tiempo, porque pertenecía al anterior franquiciador. ¡Vaya sorpresa de Convención!

Durante unos años, ha habido dos convenciones, una para los Delegados y otra para los Comerciales. La verdad es que yo a las reuniones de Delegados siempre he llevado a una persona de cada una de mis delegaciones como mínimo, porque se daba el premio a las 15 mejores delegaciones Nacex y como siempre lo hemos recibido, me gustaba subir con ellos a recogerlo. También es un momento muy emotivo.

En las convenciones de ventas les gustaba hacer gincanas y en la de 2002, mi comercial me llamó para darme dos noticias:

  • Había ganado el premio de ventas;
  • En la gincana se había roto la nariz. Me pidió que lo fuera a buscar para ir al hospital. (En la foto de la entrada se ve a mi comercial con la nariz rota y el premio). En otra entrada hablaré de lo que pasó después.

En las convenciones de Delegados también intentaron poner las gincanas, pero yo creo que no tuvieron mucho éxito. Hay que tener en cuenta que ya vamos cumpliendo una edad, y que en vez de hacer una gincana, nos podemos hacer polvo el cuerpo entero.

Cuando empezó las crisis, un año, hace poco aunque parece que ha pasado muchísimo, hubo menos charlas y estuvo entre medias un humorista. Fue buena esa convención. Me gustó mucho. Se intentó lo mismo en la convención de ventas, pero en vez de un humorista se llevó a uno de estos gurús que quieren descubrirte América y levantarte el ánimo, pero lo único que consiguió es enfadar a las mujeres que estábamos en la convención. Superado el siglo XXI, pocas veces he recibido una charla de una persona más machista que la que tuve que escuchar con toda la educación del mundo sin levantarme ni irme.

Lo peor de todo no fue que nos sintiéramos ofendidas, lo peor es que quien la había contratado, personal del CAF, no veía nada raro en lo que se estaba diciendo y le parecía una persona muy instructiva. Todavía se me ponen los pelos de punta al recordar esto. ¿Cómo queremos que cambie la sociedad en estos temas si a nuestro lado no ven dónde está el error?

En la convención de Palma de Mallorca creo, nos sentamos en la mesa, llegaron unos compañeros para sentarse también, había sitio. Nos presentamos (ya somos tantos y vamos cambiando que es difícil). – Soy Carmen, Cristina, Gregorio, Patricia de la 2801, la 2821 y la 2826.) ¿Y vosotros? – Pues somos fulano, bengano, etc. de la 4601, 4621 y la 4626. Entre 300 delegaciones nos sentamos con nuestros homólogos de Valencia. Muy buena coincidencia.

Planteé una vez que por qué no se hacía que un representante de una delegación también hablara y diera una charla. Me parecía lo justo, porque siempre podías contestar algo o exponer lo que fuera. Lo que ocurrió es que al año siguiente no hubo charla de ningún tipo. Aunque no se pudo aguantar y algo de charla hubo, pero informal totalmente. Tampoco era eso, pero casi lo prefiero. Pero el video no, hombre. Eso hay que seguir poniéndolo con la canción que pone los vellos de punta, aunque sin futbol, si puede ser.

Hablando una vez con una persona del CAF me dijo que la Convención le había parecido triste y sosa sin las charlas de los “jefes”.  Claro, es verdad, para el personal del CAF son sus jefes, para mí son los “guías espirituales” de esta gran empresa, pero me sobraban charlas de algunos, me conformaba con oír a Dios y al hijo, cuando llegaba el espíritu santo, yo ya estaba en otro mundo.

Los “guías espirituales” tienen ahora mucho trabajo porque tienen que ser también visionarios del futuro y ponernos en la órbita correcta antes que termine la crisis, que las ocasiones las pintan calvas.

Por último, tengo que decir que no he asistido a todas las convenciones Nacex. Al principio, asistía siempre, a partir del 2004 que empecé a faltar por motivos de exámenes, mi presencia ha sido un poco intermitente. El motivo es porque si a lo largo del año no estoy contenta con lo que ha pasado, soy incapaz de asistir a una convención. Aunque me gusta ir para ver a mis compañeros porque es el único momento que casi lo puedo hacer, pero luego me cuesta ver ciertas cosas que no me agradan u oírlas. Ha habido un compañero que me dice que me lo tome como un trabajo, pero yo no puedo. Soy mujer y castellana. Además, tengo los ojos claros y cuando estoy contenta y feliz se ponen azules y cuando estoy enfadada se ponen verdes. Mi personal me mira el color de ojos para pedir ciertas cosas, porque es importante, y así, saben cómo voy a reaccionar o cuando lo tienen más fácil que les conceda lo que piden.

En el desayuno de la otra convención me preguntó una persona si usaba lentillas. No, es mi color, aunque con el tema de la presbicia cada vez estoy más rompe-techos y el color va cambiando. Como dice mi hija, que aun teniendo los padres con ojos claros los ha sacado de color miel, los que tenemos los ojos claros es por un defecto genético. Siempre me lo dice con rabia.

Todo esto lo he contado porque me cuesta disimular, y quién me conoce bien sabe lo que estoy pensando en cada momento.

Las convenciones tienen que volver a ser como antes, cercanas, bidireccionales, sin miedo a sentarse con los franquiciados (que no mordemos), sin clases, sin tribunas, a ras del suelo, sin castas y con vídeos y música para despertarnos de la juerga de la noche anterior, donde lo que se consigue siempre es “FRATERNIDAD, UNIDAD, APOYO Y AFIANCIAMIENTO DE QUE SOMOS LOS MEJORES”.

Carmen Ruiz Atienza

Esas navidades…

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

navidad liberación 2000

Voy a seguir recordando esos momentos difíciles que nos tocó vivir cuando empezamos, sin clientes, sin experiencias, sin dinero, pero con muchas ganas. Así, comprobaremos que no hay mal que dure 100 años, aunque parezca mentira con la que nos está cayendo en estos 6 últimos.

Nos quedamos en las pruebas que nos hacían los clientes para empezar a trabajar con nosotros, cómo nos temblaban las “canillas” y el estómago estaba siempre revuelto. Ahora, recuerdo las Navidades, son fechas que se nos duplica y triplica el trabajo. Cada año es diferente, pero suelen ser una o dos semanas frenéticas. Son fechas en que la plataforma es como una gran “colmena”. No hay ni una hora de descanso, siempre con personal andando y controlando todos los envíos. Rodeados no sólo de paquetes importantes, también de cestas, regalos, bombones, botellas… todo lo relacionado con esas fechas. Si bien, hay que decir, que desde que llegó la crisis, todo esto ha desaparecido casi por completo. Por lo tanto, mis recuerdos son anteriores a que las Navidades fueran tristes.

Para que todo saliera igual que antes de la avalancha, unos meses antes ya estábamos reforzando personal, mensajeros etc., todo preparado para esos días. Os indico algunas anécdotas de esos años:

  • Durante una o dos semanas anteriores a la Nochebuena, estuvimos recibiendo comunicados para organizarnos en una recogida masiva en toda España de unos ordenadores. Sino recuerdo mal de portátiles. Era de suma importancia para el cliente y desde la Central se coordinaron todos los pasos. El cliente no pertenecía a mi zona de explotación, era de Madrid capital. Yo veía pasar un comunicado tras otro y no estaba incluida en esas recogidas tan importantes que había que coordinar al unísono. Pues entonces, tranquilos. No podemos demostrar lo bien que lo hacemos todo (je, je). Amanece el día de Nochebuena, se recibe la llamada del mensajero que recoge por las mañanas la mercancía, y al mismo tiempo el personal de plataforma. Tenemos todos los ordenadores en plataforma y TODOS vienen para nosotros. Se habían coordinado las recogidas, pero nadie nos había avisado que todos juntos llegaban a una sola delegación, la 2801. Son momentos que la lucidez tiene que estar más avispada que nunca. Se estudió el problema y se puso solución. Si se aparecía con varias furgonetas y/o furgones al destinatario, el controlar los ordenadores uno por uno iba a costar un mundo, y al mismo tiempo, el personal parado. Recordemos que era Nochebuena y teníamos mucho trabajo también importante. En ese momento, mi socio decidió parar un camión que pasaba cerca de las instalaciones, se le propuso el negocio y aceptó. El camión lo llenamos con ordenadores (los portátiles de la época) y con el comercial llegamos al destino. Uno por uno fue controlado con el número de ordenador incluido y todo salió perfecto. Nos reímos luego mucho.
  • Es importante decir que tanto en las Nochebuenas como en las Nocheviejas, trabajamos hasta el último momento. Al principio salíamos a la misma hora que cualquier otro día, para el cliente las 20h. Esas fechas son para cenar con la familia, amigos, etc., nosotros también. Nos encontrábamos en que parecía que todo el mundo tenía derecho a ello, pero nosotros estábamos al servicio de pequeños “caprichos”. Me explico. Antes, la 2801 abarcaba más terreno, la antigua 2821 Tres Cantos y la actual 2831 Alcobendas. Todo era 2801 San Sebastián de los Reyes. En Alcobendas existe un barrio de élite, pero de mucha élite, aunque poco a poco, ha ido cambiando. Nosotros no teníamos conocimiento de lo que estábamos transportando, pero resultó ser que algunos pedían la cena que iban tomar en esas noches tan especiales. Nos dábamos cuenta porque el agua empezaba a salirse de las anguilas, o que los capones no estaban muy muertos, que digamos. Hace tiempo que ya no vemos todo esto, pero al principio, si lo vimos algunas veces. Pero llegaba el problema. El mensajero aparecía en la casa correspondiente y lo recibía la criada. Ella no sabía nada de los paquetes y tenía órdenes de no coger nada. El mensajero vuelta a la oficina con los paquetes sin entregar. Se llamaba al teléfono de contacto, los “señores” estaban de celebración y todavía no habían llegado. Se avisó en varios puntos pero al final no se consiguió nada. Cerca de la hora del cierre, llamó el “señor” todo indignado: “¿Cómo es posible que no se le haya dejado la cena?”. Se le explicó todo lo que había pasado. Gritos hacia nosotros. “¿Sabe, señorita, con quién está hablando? Claro que lo sabía, viene en el albarán. El único mensajero que todavía no se había ido a cenar con su familia, le acercó su cena. Feliz Navidad también para los que piensan que sólo ellos tienen derecho a disfrutar de las Nochebuenas.
  • Otro recuerdo que tengo es de mi controlador de plano tan tenso, tan tenso, que se puso a devolver lo que no había comido, porque ni siquiera había salido a desayunar. Cuando pusimos algo para picar nosotros, no tenía color en su cara. Los nervios de esos días no se pueden controlar. ¿Ahora se entiende mejor lo del nudo en el estómago?
  • También había risas, porque es la fecha en que junto a los regalos se ponen las felicitaciones de navidad. Por suerte, todavía no ha sido cambiado por el Whatsapp. Aunque ya no se escribe a mano, se ha perdido la personalización y se hace todo en conjunto (postal, firma y felicitaciones), hay algunas que son muy originales: ¡tienen música y se conectan! Nunca se sabes cuál puede ser. Ya nos es difícil ir al baño entre tantos regalos, como para ir buscando dónde está la postal que suena. En este caso y pero sorpresa, no era una tarjeta. Se han puesto de acuerdo y son varias a la vez. Deben de ser familia. Locura con risas.
  • Es la única fecha donde doy permiso a los mensajeros y al personal que lleven algo puesto de Navidad, por ejemplo, un gorro de Papa Noel, sacan sonrisas a los clientes y a nosotros mismos.
  • Hace unos años, decidí hacer más personal la felicitación de Navidad para los clientes. Con un cliente mío que se dedica a ello, hicimos 3 modelos diferentes. Elegimos el que más nos gustaba, eran tres Reyes Magos llevando los regalos. Estuvo muy bien y a todo el mundo le gustó. El año pasado, con otro proveedor, le expuse que quería hacer algo diferente, le expliqué lo que me gustaría y me dieron el resultado. También tuve que elegir entre varios modelos, pero al final, me decidí por uno. ¡Qué casualidad!, era de la misma temática que la primera que encargué años atrás, pero con la diferencia de que la primera era la típica postal de navidad en papel y la última en formato digital. La podéis ver en nuestra página web. Cada vez que la veo, me emociono.
  • Debido a su alto coste, después de la primera idea de felicitación de Navidad, decidí involucrarme un poco más y hacerla personalmente. El resultado fue muy bonito. Hay que tener en cuenta que era novata y la realicé en Power Point. Hoy en día, hago cosas parecidas pero no tardo nada porque hay maravillosos programas que lo hacen automáticamente. Pero en aquel entonces, lo hice yo sola, segundo por segundo. Elegí, lógicamente, una canción de navidad para la felicitación. Para que la música cuadrara con las imágenes tuve que repetir la canción una y otra vez. Mi personal estaba cansado de mí y mi villancico, porque sonaba continuamente, hasta que quedó perfecta. Estaba muy orgullosa de todo lo que había aprendido para conseguir hacerlo, pero ¡horror! No se podía mandar por correo electrónico, pesaba mucho. Hablando con un informático de central me dijo un truco para que se bajara de peso el correo, pero había que bajar la calidad del sonido. Así lo hice y se pudo mandar, aunque no quedó tan bien como la original. Cuando un cliente comentaba que se oía un poquito mal, les explicaba lo que había pasado y sonreían.
  • Tengo que decir que a mí me encantan las Navidades, por lo tanto, rápidamente empiezo a poner villancicos. Mi personal al principio sonríe, pero supongo que después de unos días, se están acordando un poco de mí y de mi familia, pero como soy la jefa no dicen nada. La intención es  que todos en esas fechas seamos más felices, aun teniendo más trabajo, pero hay que intentarlo.

Desde que empezó la crisis, cada vez tenemos menos trabajo, por lo tanto, todo esto son casi recuerdos que nos gustaría volver a tener, sobre todo, porque ya no se ven esas grandes cestas de regalo, ni aquellas grandes cajas de bombones, ni las botellas de vino y/o cava que llegaban enteras a sus destinatarios. Ni siquiera se ven las postales musicales o se han debido de quedar sin voz.

También es el momento de hacer un detalle al cliente, que en años de crisis también es más pequeñín, pero con la misma ilusión y agradecimiento. Y también es el momento en que los clientes nos dan las gracias con más asiduidad, y además con algún detallito, que siempre nos hace mucha ilusión.

Deseo que las Navidades del 2013 estén llenas de trabajo para todos. Si a mis clientes les va bien, me va bien a mí y es una cadena, y no de favores, sino de trabajo. Que volvamos a tener regalos que mandar, ilusiones y alegría para todos, y además, intentar estar con el espíritu navideño todo el año, porque como algunas anécdotas, hay personas que no tienen el espíritu ni en navidad. Hay otras que queremos tenerlo durante todo el año, pese a quién pese, porque hay tantos pájaros negros que se están haciendo fuertes en estos tiempos de crisis dando malas noticias y siendo pesimistas, que estoy deseando que llegue el final de ésta etapa, para que todos ellos se vayan a la lista del paro, que es de donde no tenían que haber salido.

¿No os parece? Hay que ser y estar positivos.

Centro de Atención al Franquiciado

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Gracias CAF

En toda relación existen como mínimo dos miembros y en este caso, no iba a ser menos. El Franquiciador y el Franquiciado. Lo podemos comparar con un matrimonio. Igual que lo podemos clasificar a los matrimonios en varios tipos, lo mismo lo podemos hacer entre nosotros:

  • Matrimonios de conveniencia: aquellos cónyuges que no les importa fingir una relación maravillosa y equitativa si la apariencia hace que cada uno siga en el mismo status.
  • Matrimonios juveniles: aquellos que se conocieron tan jóvenes que todavía les faltaba guardar el chupete. Este tipo de matrimonios son aquellos que, haga lo que haga el contrario, están totalmente de acuerdo, incluso si hay que tirarse desde un puente. Los matrimonios de este tipo son los que con el paso del tiempo y la madurez mental, hacen que esa baba que te caía al mirar a tu pareja en los años de la inmadurez ahora se transforme en miradas de desconfianza.
  • Matrimonios en la madurez o segunda juventud: desde mi punto de vista, éstos son los más graciosos. Son aquellos que tras años de soltería y/o después de un divorcio, se piensa que hay una segunda oportunidad (o tercera o cuarta…) y se hace todo aquello que no se hizo de joven. No miras al contrario con albor sino que, debido a tu ignorancia anterior, piensas que cualquier cosa es mejor, y puedes ver a cualquier persona que está hablando de algo sin importancia y banal como el Dios que estabas esperando durante todos estos años.

Aunque posiblemente haya más tipos de matrimonios, creo que éstos son buenos resúmenes y que se puede llevar también a la relación contractual entre Franquiciador y Franquiciado. Además, podemos ver que las rupturas de éstos también se dan por motivos parecidos a los de trabajo, y que, la mayoría de las veces, son debido a pequeñas historias y malos entendidos.

Me acuerdo en una de las últimas convenciones como el Consejero Delegado nos comentó algo relacionado con esto, incluso dijo que no nos iba mal puesto que estábamos aguantando unos añitos sin que se produjera ruptura ninguna. En otra convención, nos comparó a aquellos amantes, que para hacer el amor se iban desnudando uno al otro, luego había que vestirse y era entonces cuando  tendríamos el momento en que el franquiciador nos apoyaría. Era el principio de la crisis, más o menos, y no sé si me dio mucha alegría oír esto. Estábamos empezando a quitarnos las prendas o tristeza porque el apoyo estaba lejano. Recordar que ésto está sacado de contexto y como todas las palabras, también es como yo lo entendí.

En el 1995, nacimos por un grupo llamado Grupo Burgal. Nuestros primeros compañeros fueron T2, ahora Integrados. No puedo decir mucho de las personas que estaban en esos momentos porque no se relacionaban conmigo, por lo menos. Para ellos yo era la “mujer de”. Pero como representantes del Franquiciador había un grupo de personas -que la mayoría hoy siguen estando- y que son los que integran el CAF. Posteriormente, nos compró Logista, pero las personas representantes siguen siendo las mismas, más o menos.

Igual que nos dicen a nosotros que nuestro equipo es el fiel reflejo del franquiciado, tengo que decir que en el caso del CAF es lo mismo. Mira como es el Jefe de un departamento y verás cómo es el personal que lo compone. Aunque lógicamente hay excepciones, que intentaré explicar a lo largo de este cuento. Y por encima de todos está el Director General y el Subdirector General. Por lo tanto, al final de todo, el CAF está hecho a imagen y semejanza de los “jefes supremos”, aunque hay que entender que hemos crecido tanto que alguna oveja se puede descarriar.

Como relaté en su momento, empezamos con un Director General que al poco tiempo, y sin saber porqué, desapareció. Hay que tener en cuenta que yo estoy en Madrid, la central del CAF en Barcelona y yo era la “mujer de”, por lo tanto, nunca se me contó nada ni siquiera a día de hoy. En septiembre del 95, aparecieron los que actualmente siguen siendo Director y Subdirector. El resto del equipo seguiría en el CAF o bien en alguna delegación de Barcelona.

Durante toda esta entrada sólo voy a hablar de lo positivo con las relaciones que mantenemos,  porque negativo no hay nada de nada, Dios me libre.

Hay un departamento que para mí es el claro ejemplo de que cuando existe un jefe que no avanza, hace que el personal no sólo se desanime sino también que el trabajo no salga como tiene que salir. Además, esto no sólo lo sé por mi experiencia aquí, sino también lo he vivido trabajando por cuenta ajena e incluso siendo funcionaria.

Este departamento no salía adelante, era el peor de todos los departamentos, no funcionaba nada. Las personas que lo llevaban hacían lo imposible para que todo saliera bien, pero no había manera de que mejorara. La superior que había en ese momento, no sólo te mandaba comunicados echando a los franquiciados la culpa, sino que, se le hacía el trabajo y lo volvía a estropear al mes siguiente. Tuve largas conversaciones con el personal para intentar animarlo. Al final hubo cambio de jefa, más medios y hoy, el departamento es el que mejor funciona, y lo seguirá siendo porque tiene un personal que se deja la vida ¿Verdad, Rosa y Teresa?

Hay otro departamento que para mí es mi tabla de salvación. Me explico: cuando empezamos éramos pocos, tanto en número de franquiciados como en el CAF. Todos nos conocíamos y sabíamos lo que hacíamos sin mirar ningún organigrama. Poco a poco, todo empieza a crecer. Con mis compañeros delegados es fácil, todo está organizado por ciudades, pero los departamentos del CAF se empiezan a hacer grandes, a mezclar competencias, se pasa el correo y la pregunta de uno a otro, y no sabes a quién dirigirte. Encima te regañan porque en los correos pones a todos los departamentos, es gracioso, y cuando no lo hago, me dicen que es otro departamento. Para mí esto no es nuevo, vengo de ser funcionaria y sé lo que significa muy bien la “burocracia”, pero como usuario te vuelve loca. ¿Cómo me puedo imaginar que alguien de informática opine sobre temas jurídicos? O, ¿cómo me puedo pensar que algo de informática lo tenga que decidir alguien de auditoría? Es de locura. Entonces, muchas veces, utilizo este departamento. Ellos buscan y buscan y buscan, y preguntan a quién me puedo dirigir. La mayoría de las veces me solucionan las dudas ellos mismos, pero es que son la viva imagen del superior ¿verdad, Nurita?

Otro departamento que sobrevive y no tiene tan mala fama es por el trabajo increíble que realiza uno de sus miembros más antiguos, te adoro Nuria.

Ahora, voy a contar una anécdota que me pasaba muy a menudo al principio. Como ya he contado, con los primeros envíos sufrías como si tuvieras un hijo enfermo (ahora también pero con más experiencia). Ahora, sigues al paquete on line, en esos momentos era “on teléfono” y con un pellizco en el estómago. Cuando mi nerviosismo no me dejaba concentrarme, entonces llamaba a Carlos y Sandra, ellos eran mi sedantes, mis relajantes, me desahogaba con ellos y yo me quedaba tranquila, me imagino que ellos con dolor de cabeza.

Aquí, quiero incluir a una persona cuyo nombre es “tabú” en estos momentos, pero tengo que decir que desde el año 1995, casi mes por mes, me ha llamado sólo para saber si estaba bien. Me ha solucionado todos los problemas y su ingenio me ha despertado mi mente. Ahora, estoy huérfana porque no hay nadie que haga eso.

También existen personas que no pueden demostrar todo lo que llevan dentro, toda su valía personal y profesional, y que son un filón de oro sin explotar. ¿Verdad, Esther?

No quiero tampoco pasar la ocasión de explicar que hay personas que no saben enseñar aunque sus conocimientos sean muy superiores al de otros, pero en cambio hay otras personas que lo saben hacer perfectamente, aunque con un poco “nervioso” ¿verdad, Juanjo? Gracias a ti empecé a “querer” un poco más la informática y las mentes informáticas.

Desde el principio, hemos dicho una frase: “esto es un barco (ahora transatlántico), unos están en una parte del barco y otros en la opuesta, pero todos vamos hacia la misma ruta y llegamos a buen puerto”.

Como en todas partes, las empresas las componen personas y siempre hay las que piensan que son más listas que los demás, incluso que los franquiciados, pero no arriesgan su patrimonio para hacer la demostración. Bueno, hay algunos que sí, pero la mayoría no lo hace. ¿Será que si lo hicieran se comprobaría que no son más listos y es más fácil dirigir desde una mesa? Pues puede ser o no, puedo estar equivocada.

Aunque quiero quedarme sólo con lo positivo, no hay que olvidar que hay jefes que no sólo pueden estropear un departamento sino toda una empresa cuando dicho departamento es un pilar. Y sobre todo, cuando para cubrir la ignorancia sólo se vale de inventos y malos oficios para subir, vamos lo que toda la vida se ha llamado un trepa. Por supuesto esto no existe donde estoy ahora mismo, Dios me libre, es de otros trabajos….

Me acuerdo en una reunión que un jefe de departamento, al cual no le gustaba los ruegos y preguntas, hizo el siguiente comentario “Parece que lo que antes servía ahora no sirve”. Se refería a un tipo en concreto de colectivo. Habían pasado 2 años, más o menos,  del comienzo de esta crisis y lo gracioso es que en la convención anterior había dado las gracias por su trabajo profesional al mismo colectivo, y un año más tarde, no servían. De locos, ¿no os parece? Pasado un tiempo, me di cuenta que a lo mejor lo entendí mal, porque en realidad, si lo aplicabas al que lo dijo y a otros trabajos al final tenía razón.

  • Es fácil gestionar una empresa con vacas gordas, lo difícil es hacerlo con las vacas flacas.
  • Las crisis nos dan  el poder del cambio.
  • El ingenio de las personas se agudiza con la necesidad.
  • El cambio es necesario durante y después de una crisis.
  • Cada meta que conseguimos nos da éxito o enseñanzas. Aprendamos que es muy triste terminar una etapa sin haber aprendido nada.
  • Cuando te fijas metas los “para qué” son muchos más útiles que los “por qué”.

En resumen, todos estamos dentro de un todo. Lo que es bueno para el franquiciado es bueno para el franquiciador y viceversa.

Como no quiero alargarme mucho en este tema, sólo pedir perdón por aquellas personas que no he nombrado. No es porque no tenga un recuerdo bueno en alguna parte de mi mente, es que los otros que he nombrado son más fuertes y estaré siempre agradecida. Todo el personal del CAF es muy amable y siempre me han ayudado, por eso se llama CAF (Centro de Atención al Franquiciado). Además, seguiré hablando de todos porque otro día escribiré de las convenciones, DZ y el consejo de dirección operativa y mi experiencia como Directora Regional. Además, y creo que una de las patas de la mesa más importante en nuestra organización, escribiré sobre las plataformas que creo que es un tema muy interesante y que se da poca publicidad.

Por lo tanto, igual que sin las Delegaciones Nacex no soy nadie, sin el CAF tampoco. Y viceversa, no nos olvidemos.

“¿Qué es Nacex? Dices mientras claves tu pupila en mi pupila azul. ¿Qué es Nacex? ¿Y tú me lo preguntas? NACEX ERES TÚ.”

Con ésta frase quiero decir que el “TÚ” es:

  • El Franquiciador con todo el CAF;
  • El Franquiciado con todo su personal;
  • El Cliente final que además para mí es “El Cliente”.

Gracias a todos y a seguir con este matrimonio y que dure.

Carmen Ruiz Atienza

 

 

No soy “superwoman”, tengo un buen equipo

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Sin mi equipo de Liberación 2000 no consigo nada

En esta entrada semanal, voy a hacer un pequeño “Kit-Kat” sobre la historia del comienzo de mi aprendizaje como emprendedora, que además, me hace recordar que igual que pasa cuando tienes un hijo, el tiempo pasa, sin darte cuenta, demasiado deprisa.

En este texto me voy a dedicar a hablar del personal de mi empresa.

Tengo que reconocer que el personal de una empresa es la espina dorsal. Hay trabajadores que pueden ayudar a la empresa, pero también los hay que las pueden hundir. De todo hay en la viña del señor. Igual que hay empresarios que pueden levantar o hundir a la misma empresa. Hoy en día, estamos viviendo todas las posibilidades y combinaciones posibles entre jefes-trabajadores y sus resultados.

Un equipo acoplado entre ellos mismos y el jefe tarda muchos años en formarse, mínimo 5, creo que he leído en alguna parte. Yo tengo la suerte de poder trabajar con profesionales que iniciaron conmigo la historia de Nacex. Otros llevan más de 5 años conmigo, por lo tanto, la plantilla está muy asentada.

Un equipo se tiene que acoplar entre varias vertientes:

  • El jefe con el jefe: esto es importante, puesto que hay que tener en cuenta que yo pasé de tener unos jefes a ser jefa. Igual que no hay un manual de cómo ser madre, tampoco lo hay para ser jefa. Por lo tanto, no sólo te tienes que enfrentar con el aprendizaje de la creación de la empresa, sino también el saber relacionarse con personas que pueden ser más jóvenes que tú, más mayores, mujeres y hombres. A veces, he tenido miradas dirigidas hacia mí con miedo, preguntando si sería capaz de sacar adelante algún tema. Algunos confiaban y otros pensaban que no lo lograría.
  • El jefe con los empleados: un aprendizaje que te da el tiempo. Venía de obedecer y pasaba a mandar. Durante todos estos años, he pasado por todas las etapas. Mi opinión es que igual que cuando educas a tu hijo, el principio de las relaciones tiene que ser “seria”. Una vez crees que el aprendizaje está más o menos entendido, puedes abrir un poco la mano, pero también tengo que decir que con un límite, puesto que durante una etapa que tuve de más relación, al final, se confundieron las obligaciones. Yo he tenido trabajadores que pensaban y decían que “El jefe es malo por naturaleza” y otros muchos que reconocen el esfuerzo y el trabajo realizado. Una ensalada con todos los ingredientes.
  • El empleado con el empleado: como en toda empresa, en Liberación 2000 existen varios departamentos diferenciados, no sólo por trabajo sino también por forma de actuar. Yo soy de la opinión que para estar en un sitio en concreto, tu forma de ver la vida laboral es directamente proporcional a tu trabajo, me explico con las divisiones que tenemos en la empresa:
    • Conductores: en mi caso son autónomos, emprendedores también, pero libres. Dependen de unas normas que ponemos en la empresa, pero al fin y al cabo, salen por la mañana, hacen su trabajo, vuelven a la oficina, vuelven a salir, y se relacionan mucho entre ellos, y ahora al bajar el trabajo, se relacionan un poco más con el personal de la oficina. Esto hace que vean las cosas de muy diferente manera, pero tengo que decir que cuando han llegado las vacas flacas, han dado la talla. Su trabajo es perfecto. De todos los equipos de conductores que he tenido a lo largo de estos años, estoy segura que el actual es el mejor de todos. Son años conmigo y por lo tanto estamos acoplados.
    • Comerciales: de ellos depende la primera captación del cliente. Digo la primera porque una vez que el cliente entra a trabajar es el trabajo de los administrativos, mensajeros, la red de Nacex (mis compañeros delegados que les dedicaré un texto a ellos para agradecerles también su trabajo) y por último, cerramos el círculo con el mantenimiento de los comerciales. Son también unos espíritus libres, que les cuesta obedecer y salir de su zona de confort, pero que hay que reconocer que no todo el mundo es capaz de “hacer puerta fría”. Hay que tener un temple muy bueno porque muchas veces lo que reciben son malas caras o malas contestaciones.
    • Administrativos: Son los que están pegados a un ordenador y teléfono, vigilando a todos los envíos (otra historia que escribiré es cómo se controlan todos los envíos uno por uno hasta que llegan a su destino), escuchando los enfados de los clientes, aunque también son los que reciben las felicitaciones.

Tengo que decir que todo mi personal, al llevar mucho tiempo conmigo, son los mejores “del mundo mundial y parte del extranjero”, y por eso, en todas las convenciones recibimos el premio a las 15 mejores delegaciones Nacex entre más de 300 que somos en toda España.

Tengo que decir que actualmente tengo 2 Delegaciones Nacex (2801 y 2826) y como no soy Dios y no puedo estar en todas partes a la vez, mi personal goza de toda mi confianza para poder dejarles solos. Y actúan así.

Recuerdo una vez que después de asistir a un curso de Inteligencia Emocional, llegue a la oficina a poner en práctica lo aprendido y pregunté dónde se clasificaban ellos:

      1. Puedo – No quiero
      2. Puedo – Quiero
      3. No puedo – quiero
      4. No puedo – no quiero

Todos dijeron más o menos lo mismo, entre el punto 2 y el 3. Tengo que decir que mi personal está en los 4 puntos, y que además según las circunstancias, pueden pasar de un punto a otro en poco tiempo. Pero hay algo importante de cuando se crea un grupo fuerte, en muchas ocasiones no es el jefe el que vuelve a redirigir al personal, es el propio equipo el que hace que otros funcionen. Es decir, como el libro “Fuenteovejuna, todos a una”.

Gracias al equipo de Liberación 2000, seguimos aguantando la crisis, saldremos más reforzados y conseguiremos volver a la situación anterior.

¿Y tú en qué punto te encuentras de los 4?

Yo estoy muy fuerte, en el punto de SI SE PUEDE Y SI SE QUIERE.

Carmen Ruiz Atienza

Cómo tener cero clientes y no morir en el intento

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Se buscan clientes

Nacex empezó su camino el 6 de Febrero de 1995. Somos pocas delegaciones, pero con mucha ilusión y unas ganas tremendas en que este proyecto salga adelante, sobre todo por el bien de mi misma (casa hipotecada de nuevo, sin otro trabajo, cambio de vida familiar, social, etc.).

Como ya dije en otra entrada del blog, yo era funcionaria de la Comunidad de Madrid. Durante los primeros meses intenté compaginar ambos trabajos, pero me di cuenta que Nacex absorbía todo el tiempo diurno y hasta nocturno. Decidí coger la excedencia como funcionaria. Esto suponía que en dos años no podía volver a la Comunidad de Madrid, por lo que tuve que tomar otra decisión importante en mi vida: dejar la tranquilidad que tenía en horarios, vacaciones y salario para arriesgarme en una empresa que no sabía el futuro que tendría.

Nos encontramos que el dinero que conseguimos por la segunda hipoteca de la vivienda se había ido gran parte en el alquiler de la nave para empezar: mobiliario, ordenadores, fax, fotocopiadoras, teléfonos, personal, etc., y con “Cero clientes”. Añadir que el dinero que nos quedaba sólo nos llegaría para tres meses. Después, no tendríamos nada, sólo deudas e ilusión, mezcladas con incertidumbre y miedo (por qué no decirlo).

Y empezamos el 6 de febrero, mirando el teléfono porque nadie llamaba. Había que salir a buscar a los clientes y que también empezaran a confiar en nosotros. Ninguna empresa nos conocía, habíamos nacido sin hacer mucho ruido, por lo tanto, cuando me presentaba a cualquier empresa tenía que repetir el nombre varias veces. No les sonaba, éramos nuevos.

Pero lo peor de todo no era que no conocieran nuestro nombre, era que no sabían cómo trabajábamos, y es lógico, no lo sabíamos ni nosotros, pero en esa época estábamos seguros que pondríamos todo de nuestra parte para que todo no saliera bien, sino estupendamente. Es increíble, pero al poner éstas palabras me encuentro que es lo mismo que actualmente hacemos.

Todas las personas que comenzamos en Nacex, teníamos y tenemos la misma filosofía de trabajo.

“El cliente tiene la preocupación de su envío sólo hasta el momento que nos hace entrega del mismo, en ese momento ya no tiene ninguna preocupación. Dicha responsabilidad pasa automáticamente a nosotros, y a partir de ese momento, hacemos lo que tengamos que hacer para que los envíos lleguen a donde les están esperando”. Es decir, nosotros estamos para aliviar problemas a los clientes.

Siempre luchamos por este fin, algunas veces (muy pocas) no se puede cumplir por problemas ajenos a nosotros, pero siempre estamos en continuo movimiento de mejora.

Al principio, lógicamente, la filosofía y la teoría la teníamos, pero lo que no teníamos era al cliente. Por lo tanto, había que hacer todo lo posible para convencerle de que nos diera por lo menos un solo envío. Se rogaba (literalmente, porfa, porfa…) para que nos dieran un envío y cuando se conseguía lo teníamos entre algodones. Si el cliente de esa época y el actual supieran lo que somos capaces de hacer con su envío para que todo llegue a su destino, se quedaría asombrado.

Cuando en un envío se produce algún contratiempo, parece que es un hijo en tú entrañas, se te encoge el estómago, sufres sudores y temblores de voz, síntomas de agonía, y sólo se termina cuando está el trabajo finalizado.

Al principio, debido a la incertidumbre, sufríamos con todos los envíos que habíamos conseguido realizar, puesto que eso significaba que ya teníamos un cliente.

Me acuerdo un caso en concreto: ya teníamos el primer cliente, nos probó, le gustamos y se dio cuenta que somos una empresa seria y empezó a confiar en nosotros. Tengo que decir que dicho cliente a día de hoy sigue trabajando con nosotros, por lo tanto, creo que antes y ahora le hemos demostrado de que piel estamos hechos. Pues como estaba contando, nos pide que entreguemos un concurso muy importante (todos los concursos son importantes pero éste parecía más todavía). Sin cortos ni perezosos, nosotros asumimos dicho reto, aún teniendo el cuerpo temblando y rezando a todos los dioses de todas las religiones, por si acaso. Pero llega la sorpresa, el concurso hay que presentarlo en París (La France). Había que hacerlo todo rápido, perfecto, el plazo de presentación era justo en el tiempo. No se podía encargar a nadie ésta responsabilidad.

Mi antiguo socio era el “comercial” el que cogía el maletín y se iba a buscar a los clientes y yo la parte “administrativa” de organización, control, etc.

Aunque los dos sabíamos hablar francés, se pensó que mejor que fuera yo a París a hacer dicha entrega. Nadie tuvo en cuenta el peso que tendría que llevar. Me encontré en el aeropuerto de Barajas y mi socio me trajo el concurso. Cuando vi la cantidad de papeles que había que presentar, me encontré sin fuerzas suficientes ni para facturarlo. En ese mismo momento hicimos el cambio. Es mi socio el que se dirigió a “la France” para presentar dicho concurso. Al final, todo salió perfectamente. Se hizo la entrega correspondiente y entró en plazo. Un gran éxito para el cliente, pero ¿qué significó para nosotros?:

  • Una gran satisfacción;
  • Un buenísimo aprendizaje;
  • Una toma de conciencia de que podíamos con todo lo que nos viniera en el futuro;
  • Nuestro primer ingreso económico, que era un punto importante;
  • Habíamos salido de nuestra “zona confort” temblando, y ahora, nos encontrábamos cómodos y con ganas de demostrar que “Aquí estamos, y somos solucionadores de angustias de los clientes”.

Carmen Ruiz Atienza

A emprender se aprende

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

I love Nacex

Los meses anteriores al nacimiento de Nacex como empresa de transporte, tuve que pasar por varias reuniones, cursos, nervios, tensiones, etc., para tirarme a la piscina. Desde mi escasa experiencia como “empresaria/emprendedora”, en aquellos momentos, todos los escalones de la pirámide se me hacían pesados y muy altos, y yo tenía y tengo las piernas muy cortas.

Empezaron los dolores de cabeza. Éstos fueron algunos de ellos:

  • Elegir la zona de la franquicia. En aquel momento, se arrancó con 110 franquicias y 8 plataformas en toda España. Elegimos la zona norte de Madrid con la sede principal en San Sebastián de los Reyes.
  • Dinero: Hipotecamos por segunda vez el piso, casi ya terminado de pagar.
  • Bancos: Empezamos a hablar de temas que no habíamos oído nunca. En aquellos momentos, no se necesitaba, pero había que prepararse para el futuro: líneas de descuento y líneas de crédito.
  • Informática: Fuimos a los cursos preparados para visualizar y aprender el programa que se utilizaría.
  • Búsqueda de personal: Convencimos a un mensajero y a una administrativa para que empezaran a confiar, no sólo en la nueva “línea emprendedora”, sino también en nosotros “los emprendedores”.
  • Búsqueda de nave: La ubicación de la nave era primordial, tenía que estar bien situada, con fácil salida a las carreteras principales.
  • Adaptación de los horarios, estilo de vida, etc. Ya no sólo de mí misma, también de todo mi entorno familiar, de amistades, de conocidos, etc.
  • Aprender a callar mis opiniones. Empecé en el transporte, un mundo claramente de hombres en la zona de España en la que vivo. “La mujer es vista como puro adorno para cenas, convenciones, etc.” “Las opiniones cuentan poco si salen de la boca de una mujer”. Éstas son las primeras frases que oí en la primera comida que mantuve con algunas personas con las que posteriormente, trabajé codo con codo. Y yo, como mujer liberal, gran luchadora por los derechos de la mujer trabajadora (la verdad por cualquier derecho), y dispuesta a aprender lo que hiciera falta, (mis principios son de silencios ante ciertas personas con ideas contrarias a las mías), poco a poco, fui levantando la voz, de tal manera, que más de uno quisiera que hoy me callara.

En este punto, quisiera hacer dos puntualizaciones antes de seguir con la historia de la “emprendedora que llevo dentro”:

Hace poco, en una reunión de amigas, dónde el tema principal de la conversación era la situación laboral en que nos encontramos en España, había dos temas en las que no hubo mucho acercamiento:

  • Dentro de la conversación entre 4 personas teníamos todos ámbitos personales: una funcionaria, otra en el paro, otra con trabajo pero la empresa le había pedido rebajar horario y salario por el descenso de trabajo, y yo “empresaria/emprendedora”.
  • Debido a los cursos que estoy dando, intentaba transmitir que también se puede salir del bucle individualmente.
  • No sólo se tiene que echar la culpa a los demás, sino también hacerse la pregunta ¿puedo yo sólo salir de ésta situación? Y me vino a la cabeza la frase de un curso “A emprender se aprende”

Es verdad, yo no sabía muchas cosas y a base de golpes y experiencias se va aprendiendo. Después de 18 años, sigo aprendiendo porque las circunstancias han cambiado y me obligan a cambiar. Sigo saliendo de mi zona de confort, donde yo me encontraba ya cómoda y segura, pero llegó la crisis y he tenido que volver a empezar con trabajo, creatividad, sufrimiento, impaciencia, pero siguiendo con la empresa abierta y con mis trabajadores confiando y “rezando” que no me equivoque.

Por cierto, ya tenemos día de celebración para el “emprendedor” es  el 8 de abril.

¡Felicidades! a todos aquellos que a riesgo de perder todo en su vida (dinero, salud, trabajo, casa, etc.) están dispuestos a que ningún “político, banquero, economista, periodista, aprovechado, caradura, comodón,  etc.”  les quite lo que es imposible de quitar: LA ILUSIÓN Y EL SOÑAR.

Señores, ¡SÍ SE PUEDE!, déjenos hacerlo.

Carmen Ruiz Atienza