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Política de empresa

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Desde hace algún tiempo estoy oyendo mucho la expresión “política de empresa”, por lo que quisiera hacer una reflexión de lo que significa y cómo las empresas la utilizan de una forma poco lógica e, incluso en ocasiones, rayando la ilegalidad.

En realidad, desarrollar un texto sobre este tema suele ser la aclaración de las “reglas de juego”, las cuales deben existir en un trabajo y las que, a su vez, guardan relación con aquellas normas que, tanto directivos como trabajadores, deben seguir. A su vez, es obligatorio desarrollar una política de empresa si se quieren conseguir certificados ISO de calidad, medio ambiente, seguridad y salud. A muchas empresas, por cierto, les encanta tener estos certificados e incluso obligan a sus proveedores/clientes a tenerlos; lo irónico del asunto, sin embargo, es que las propias empresas muchas veces no cumplen con las condiciones que sí exigen a los demás.

Al mismo tiempo, es un compromiso que se debe cumplir, no es papel mojado. Igual que una persona tiene su filosofía de vida, por este método se consigue una filosofía del trabajo. Suelo incluirse el compromiso de cumplir la legislación, la voluntad de crear un buen ambiente de trabajo, la implantación de sistemas de mejora continua, la definición de objetivos ambiciosos, la necesidad de gestionar las actividades por procesos y de hacer caso a los procedimientos, la expectativa de minimizar el impacto ambiental mediante una buena gestión de los recursos, etc.

Es decir, cuando utilizamos esta frase es, según a mi entender, para una empresa, dentro de la empresa.

Pero la costumbre es que te lo dicen tanto los clientes como los proveedores cuando quieren sentenciar sus imposiciones.

Paso a indicar lo que estamos viviendo últimamente utilizando esta frase:

El cliente:

Ø   Nos dice que por política de empresa te pago a 120 días, aunque hay leyes que den otros plazos de pago, ellos por “política de empresa” lo hacen así, o lo coges o ya habrá otro transportista que lo haga. Imposición de condiciones. Si luego no paga en tanto tiempo te deja con el pendiente de cobro indefinidamente, porque los juicios tardan lo suficiente para no conseguir nada. Al mismo tiempo, el transporte al ser un sector de servicios, todo lo pagamos en el momento o al mes, por lo que se tiene que ir adelantando todo aquello que los clientes no pagan. Mi personal tiene la mala costumbre de cobrar todos los meses.

Ø  Por política de empresa no te pago en agosto, pero sí trabajo y te contrato. Luego llega septiembre cuando tendrían que pagar lo del mes y el mes de agosto, y tenemos que perder el tiempo de ir recordando el dinero que nos falta. Es gracioso, ellos utilizan nuestros servicios, pero deciden no pagar. Algunas veces me dan ganas de decir si no pagas no trabajes, pero como siempre dicen, ya habrá otro proveedor que haga lo que yo quiero.

Ø  Podría poner muchos más ejemplos, pero creo que esta entrada se haría interminable, pero creo que esto no es una política de empresa, es un asalto a mano armada.

El Proveedor:

Ø  Muchas veces creo que soy un poco (bastante) tonta. En vez de comportarme como mis clientes con mis proveedores, al final, también recibo de ellos. Es gracioso. Por política de empresa he decidido que como durante 3 años y debido a la crisis no te he subido nada, este año te voy a recibir lo que no te he subido en 3 años y al mismo tiempo te voy a incrementar un 20%. Alucinaaaaaaa. Existe, juro que existe y podría dar el nombre, que además es el mismo que el siguiente.

Ø  Te mando correos informándote que si te interesa hay unos cursos que te podría interesar tanto a ti como a tus empleados. Los leo, pero no me interesan. Digo yo que tengo libertad de decisión. Pues no, señores. Sin ningún consentimiento, te emiten una factura (el curso no era gratis) y al mismo tiempo emiten el cargo. Increíble ¿verdad? Pero cierto. Te llaman para pedirte disculpas y que devuelvas el importe del banco y al preguntar ¿pero por qué han hecho algo sin mi consentimiento? ¿sabéis lo que me han respondido? POR POLITICA DE EMPRESA.

Cansada estoy de esta frase y debería de estar registrado como palabra tabú porque en el fondo, lo que hacen las empresas que la utilizan de mala manera, es imponer sus condiciones y hacer algo que si no es ilegal está cerca. Y se debería de acabar y que existiera un organismo estatal donde se pudiera denunciar todos estos abusos sin coste ninguno y a favor de la sociedad y así se acabarían todos los chorizos, saca cuartos, abusivas clausulas, o todo aquello que nos hace que tengamos un día desagradable.

¿Pecado original o pecado venial?

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

Dejemos atrás el machismo y avancemos de una vez.

Dejemos atrás el machismo y avancemos de una vez.

Me estaba haciendo yo esta pregunta con relación al machismo, ¿viene intrínseco en el hombre porque es una herencia de Adán o lo hemos desarrollado con el paso de los siglos? Y me hago esta pregunta a raíz de los últimos acontecimientos vividos, los cuales paso a exponer a continuación para que podáis sacar por vosotros mismos las conclusiones pertinentes.

A parte de mis quehaceres laborales, familiares y lúdicas, tengo este año el gran privilegio de pertenecer al famoso club de “vocales de la comunidad de vecinos”. Yupiii, ¡qué alegría, qué alborozo!! No entro en mí. Llevo 28 años viviendo en el mismo lugar, con unos 12 vecinos en mi portal (hay más portales), me hubiera tenido que tocar unas 2 veces más o menos. Pero resulta que llevo innumerables veces que me nombran como vocal, porque cuando uno se presenta voluntario (que aunque parezca mentira existe), luego vuelven a empezar por mí por ser el bajo y así varias veces. Con lo cual, les dije que no contaran conmigo porque ya había sido como unas 5 ó más veces vocal. Pero este año me ha tocado y no entro en mi ser.

Me encuentro con un presidente y 2 compañeros vocales, porque el resto han decidido no asistir ni hablar del tema.

La sorpresa me llega cuando pienso que como pagamos a un administrador de fincas, mi figura iba a ser la justa y necesaria, pero mis queridos compañeros son de esos encantadores vecinos que quieren arreglar hasta el más mínimo tema de la comunidad sin dejar nada a los que dentro de un año nos seguirán. Este altruismo es ejemplar, pero esto significa que se encargan de pedir presupuestos, de hablar con todos los contratistas, de saber de todo, y en el caso de que se apruebe la modificación hacer las comprobaciones diarias e in situ de las obras.

Como buenos machos ibéricos tienen grandes conocimientos de todo lo relacionado con los ñapas, lo cual, me deja admirada.

Pero no le hago esta entrada a sus mentes privilegiadas sino a lo que me lleva a escribir este artículo.

El 13, Martes, de este mes, tuvimos una maravillosa reunión, quizás por ser 13 y martes, llego a la reunión, un poco más tarde porque tenía que realizar algunas cosillas y además deseando que hubieran avanzado en los temas. Me dio en la nariz que estaban hablando de mí en el momento que entro, pero dejemos pasar el tema.

Duró la reunión como unas 2 horas más o menos (ésta ha sido corta, las ha habido más largas) y me situé enfrente del presidente, para que no tuviera problemas en mirarme ¿y por qué digo esto? Porque no me mira en ningún momento, sólo mira a mis dos compañeros vocales. Sólo dirige su vista a mí cuando hago algún comentario o dice una palabrota que mirándome me dice “perdón por la palabra”, a la que yo le digo que no me molesta, que estoy acostumbrada y que no hace falta que me diga perdón, pero igual que no me mira supongo que tampoco me escucha y vuelve a repetirme el perdón.

Pero el tema viene cuando en la conversación de temas de la comunidad, se cuela un gran problema estructural y es que uno de los últimos novios de mi vecina (no el anterior) le ha puesto muy bonito el jardín. Esto lo comento porque es mi vecina de pared (aunque otro portal) y no sé si tiene novio, ni cuantos, ni si es cojo o no. Pero parece importante lo que tiene y lo que influye en nuestro cometido. Pero lo bueno viene ahora, cuando dicen que mi vecina está más contenta ahora y que se nota que está “bien lubricada”, por dios, por dios, y la virgen maría y todos los santos. Mi cara es un cromo y pienso ¿qué dirá esta gente de mí?. Yo no me conozco la vida de casi nadie, y hay personas que se conocen los de todos. Pero, pienso, que este tipo de “gracias” es lo que da lugar a otras muchas peores. Por cierto, con esta teoría, ¿tengo que pensar que todas las personas que están de mala leche continuamente y tienen pareja es que no han lubricado o la han lubricado bien? Porque a lo mejor no es tanto de que esté lubricada sino también de que se la lubriquen perfectamente y no a medias. ¡Qué fuerte todo!

Luego pasa lo que pasa, que mucha lucha por la igualdad, la paridad,… Y el problema está en los mismos seres humanos. Todo se toma como algo normal y se hacen chistes de estos temas.

Cuando yo era pequeña, que se supone que éramos más retrógrados, sólo salía en la televisión noticias de exhibicionistas, que ya es tela, yo no entendía que placer suponía ir desnudo por las calles con una gabardina y abrirla al paso de una mujer. Mentes de hombres. También me encontré con un viejo que amablemente me ayudó para coger algo de un árbol y noté como empezó a mover sus asquerosos dedos para moverme la braga, lo que hizo que como un resorte me bajara y le diera una patada. Pero ahora que somos más civilizados, me encuentro con un montón de jóvenes que violan a mujeres incluso en pandillas de amigos, como si la fiesta fuera también joder la vida a una jovencita. Pero lo malo es que no sólo pasa en países “tercermundistas” sino en mi mismo país y con gente joven. Pero claro, seguro que han oído chistes como el que comento y por supuesto, se sienten en la obligación de “lubricar” al ser que tienen bajo coacción.

Y siempre que oigo que ocurre alguna de estas cosas, pienso que el hombre es lo más guarro que he conocido nunca, no les importa meter lo que tengan que meter, en cualquier sitio, en cualquier lugar, y compartiendo la entrada con otros amigotes que a saber qué es lo que han hecho antes con el aparato lubricador.

¡En fin! Esto no ha cambiado ni cambiará, mientras que en cosas más simples no se haga un giro de mente y se piense que para ser feliz no todo se basa en lo mismo, y que a lo mejor el mal genio no es por falta de líquidos sino por incompetencia del dueño del aparato.

¿Cuánto nos cuestan los incompetentes?

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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En mi línea del intento del cambio después de tantos años “equivocada” y luchando contra corriente, he decidido dedicar esta entrada a esos maravillosos políticos que tenemos en esta España tan diferente y al mismo tiempo tan llena de buenas gentes y grandes sufridores.

Francisco Ayala decía “La incompetencia es tanto más dañina cuanto mayor sea el poder del incompetente” y si te das cuentas dice una gran verdad. ¿A cuántas personas hemos encontrado en nuestro camino que no entiendes que puedan estar en el puesto que están? En mi camino me he encontrado con muchas, algunas camufladas bajo un falso haz de inteligencia, otras personas que están a su alrededor y otras pocas, como antes en el limbo sin saber muy bien cómo actuar.

Pero dentro de estos dos tipos de incompetentes, hay algunos que no molestan, están ahí porque tienen que estar y conocedores de sus limitaciones, se rodean de gente inteligente y competente que hacen el trabajo por ellos, en perfecta simbiosis; incluso algunos están tan ocultos detrás que no sale su ignorancia a no ser que desaparezca el verdadero líder y creador de los beneficios realizados.

El problema viene en aquellos muchos que no ven su cortedad y además, anta su gran poder, impone sus decisiones a diestro y siniestro.

¿Pero qué hacemos cuando estos personajes influyen en nuestras vidas y en nuestro futuro? Pues tenemos un gravísimo problema y entre otros muchos que me rodean a mí personalmente y que están haciendo que frene mi futuro, están a esos “maravillosos” políticos que tenemos en este país.

Penoso espectáculo que están dando por egoístas, incompetentes y sobre todo por arrogantes. Nos toman el pelo uno y otra vez, no escuchan y luego dicen que van a llamar, dicen que no quiere el puesto, pero no deja que nadie lo ocupe, y dejan pasar los días, los meses sin que haya ninguna solución. Unos dicen que van a cambiar y vuelven a poner el dedo en la herida, dicen que están esperando, pero se mueven como fantasmas en la trastienda y frotándose las manos con los errores del resto.

Y mientras, nosotros, el pueblo “que unidos nunca serán vencidos” nos vamos de vacaciones y vemos como siguen los incompetentes riéndose de las personas de bien.

Pero algo que me deja asombrada es que nadie se levante, en un país que parece que nos gusta manifestarnos por todo, ¿nadie dice basta ya?.

Y voy más lejos ¿no hay nadie en ningún partido que dé un golpe de mesa y solucione este problema?

¿Cuánto nos cuestan los políticos incompetentes? Se está reuniendo firmas para que no cobre su salario, es que no se debería de reunir ninguna firma, si no trabajas no cobras, esto ocurre en todas las empresas, y ellos no están haciendo su trabajo, por lo tanto, tendría que devolver el dinero que han cobrado y que lo que puedan cobrar, pero claro, eso lo tienen que aprobar ellos mismos, lo cual, lo veo difícil.

Cuando se estaba fuera de las instituciones era muy fácil provocar y decir frases, ahora dentro de la política, también es muy divertido decir las palabras que la gente quiere oir, pero lo complicado es trabajar para todos los españoles y pensar en su bien.

No queremos más frases, queremos que se trabaje por el bien de un país.

Que no, que no nos los merecemos, estos no nos representan y además no queremos que nos cuesten más dinero. Dejadnos vivir, que ya nos habéis destrozado bien la vida.

¿Sabemos escucharnos?

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Que esto sea lo único que tenga que desvanecerse, romperse, desintegrarse en la vida de nuestros hijos, y no sus propias vidas.

No paramos de tener malas noticias, pero en estos días, también se cumple un aniversario: los 80 años del principio de la Guerra Civil. Durante todo este tiempo hemos visto esas imágenes en blanco y negro, pero ahora nos las están poniendo en color. Me ha impresionado verlas con todo su “esplendor”, quizás porque me he acordado de la edad que tendrían mis padres por entonces (9 y 7 años) y he pensado que, en cierta manera, ahora yo lo estaba viendo a través de sus ojos; los ojos de unos niños que, hasta la fecha, no habían tenido más preocupaciones fuera de su mundo de juegos. En aquel momento su vida, algo dura pero feliz al fin y al cabo, aquella que compartían con familia y amigos, quedó dividida y rota por un suceso ajeno a ellos.

Y mientras veo esas imágenes, también vienen a mis ojos las de un muñeco tirado en el suelo, un muñeco que yace junto al cadáver de un niño, un niño que tan sólo había ido a ver unos fuegos artificiales… Súmale también las imágenes de los tanques callejeando por una bella ciudad en la que he estado y de la que he disfrutado.

Las imágenes no se corresponden en el tiempo (unas ocurrieron hace 80 años y las otras, por mucho que ello escape a mi comprensión, se enmarcan en la actualidad), pero ambas me despiertan sentimientos semejantes: rabia, dolor, incomprensión. El panorama político que flota a mi alrededor no me hace sentir mejor, más bien todo lo contrario: nuestros “líderes”, inmersos en discusiones generada por egos políticos que poco o nada tienen que ver con la cruda realidad que azota a diario a los ciudadanos de este mundo.

Como está de moda, ponemos textos bonitos en las redes sociales, la creatividad se desborda y salen fotos, pinturas, frases que hacen que nos invada un profundo sentimiento de tristeza. En las televisiones parece que exista una competencia para dar la noticia del primer político que publica un twitter y ponen énfasis en el que lo hace el último, pero ¿es esto lo que importa de verdad? Queremos con tanta fuerza hundir al político del turno que ya estamos buscando los motivos por el cual ha tardado tanto en escribir, ¿de verdad que esto es más importante que el muñeco que está al lado de un cadáver? No hay nada más importante que la vida, y lo que hay que tomar son medidas, no escribir twitter, medidas y para tomar medidas hay que estar unidos y no sacar partido de lo que otros hacen, porque mucho peor es lo que “Tu dejas de hacer”, que, en nuestro país, es mucho.

No nos escuchamos, cada vez lo tengo más claro, pero no en altos puestos, no, no, hasta en el más mínimo momento de nuestras vidas. Giramos en torno a nuestros egos, son más fuertes que el resto de las situaciones. Y así va el mundo, porque no es sólo un país, como el nuestro, que llevamos muchos años, muchos siglos, peleándonos por lo mismo, repetimos la historia una y otra vez, y seguimos sin aprender. No es solo mi país, es el resto de los países, donde los egos ganan ante la conciencia, ante la brutalidad, ante la falsedad. Porque muchos de nuestros problemas son por culpa de la doble apariencia, el doble rasero, la doblez en todos los estamentos.

Todos queremos ganar más dinero, pero queremos las cosas más baratas. No se reflexiona de que si algo es más barato, a alguien en alguna parte ganará menos dinero o explotarán a personas para abaratar costes. ¿Podemos escuchar también sus llantos?

Por último, me repugna oir como en mi propio país 5 hombres (por llamarles de alguna manera) han violado (presuntamente) a una chica en unas fiestas muy conocidas. ¿Pero qué está ocurriendo? ¿Quién se atreve a hacer estas cosas? Y seguro que habrán dicho que ella provocaba, porque más de uno, piensa que la forma de vestir de las mujeres es el problema y no les importaría incluso que tuvieran que llevar burka, todo para que sus mentes calenturientas y enfermas no tuvieran problema de dañar a una mujer por no saber superar sus instintos animales. ¿Qué es lo que nos diferencian de los animales? Me gustaría que me lo explicaran porque no creo que sea el raciocinio.

Sobre este tema podemos seguir dando vueltas y vueltas, pero es penoso lo que está pasando y yo creo que todo es por falta de oir a todos los que nos rodean. Estamos tan preocupados en demostrar a todo el mundo lo buenos que somos, lo inteligentes que somos, lo perfectos que somos, que perdemos la oportunidad de aprender, de seguir aprendiendo, pero de seguir aprendiendo escuchando a los demás.

Siento un gran dolor con todos los acontecimientos que han pasado en estos días, meses, e incluso años, pero tengo miedo de lo que nos queda por pasar si no conseguimos tener unos políticos de altura, unos compañeros inteligentes, unos seres humanos completos.

Mi más sincero cariño a esa imagen de la muñeca al lado de un bulto tapado con un plástico negro, pequeño bulto, que tenía toda una vida por disfrutar.

Y pido, que no tenga que vivir algo parecido a esto ni a ninguna guerra como nuestros padres, porque es lo único que no tiene arreglo.

Perdemos todos.

¿Día del trabajador?

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Otro año más celebramos el 1 de Mayo, el Día del Trabajador, ¿pero tenemos ganas de celebrarlo?

La verdad es que a mí cada año me cuesta más:

  • Seguimos con un alto porcentaje de parados. Nos alegramos cuando baja por motivos vacacionales, pero no avanzamos en cuanto a la calidad del trabajo.
  • Se sigue discutiendo por el precio de los servicios sin darnos cuenta qué significa bajada de salarios y/o despidos.
  • Los sindicatos, grandes defensores del trabajador, en juicios por no utilizar “presuntamente” las subvenciones para aquello para las que les fueron concedidas.
  • Unos y otros, pagando mariscadas, copitas en locales de lucecitas, viajes paradisíacos, etc. “presuntamente” a costa de todos los trabajadores y pagadores de impuestos.
  • Hacienda persiguiendo a todo el mundo y, en cambio, perdonando a otros deudas de alcance millonario. “Presuntamente”, claro, siempre todo “presuntamente”. Acaban de encerrar en la cárcel a uno que dicen que es el segundo mayor deudor de Hacienda de España. ¿Pero esto cómo se come? Y también “presuntamente” hay equipos deportivos que no pagan la seguridad social de sus jugadores y aquí no pasa nada. Claro que si lo hace un empresario, embargo de casa, coche y de toda su vida como poco.
  • Los jóvenes se tienen que ir o coger un trabajo que no corresponde a sus estudios y los adultos que han sido despedidos, rogando para que alguien les dé algo de trabajo y poder así sobrevivir.

Y más cosas que podría escribir, pero creo que sería enumerar repetidamente una realidad que, desgraciadamente, ya vemos cada día en nuestro entorno. Porque mientras el pueblo lo pasa mal, los políticos se dedican a jugar a su particular Monopoly, uno en el que los asientos del Congreso y los Ministerios representan las calles del mítico juego. Es gracioso ver cómo un Gobierno en funciones no quiere presentarse en el Congreso a dar explicaciones porque está en funciones y en cambio está gobernando estando en funciones. Si no se dan explicaciones en una cámara que no te ha elegido ¿por qué gobiernas si la cámara no te ha votado? Esto es de locos. Y mientras nosotros presentando impuestos y pagando.

Yo no salgo de mi asombro, día tras día. Ahora amanecemos con los “papeles de Panamá”, ¿pero, cuántas fórmulas tienen para no pagar impuestos aquellos que las conocen?

Y si no nos encontramos con los juicios de Palma, ¿pero cuánto dinero se ha tirado a tanta gente sin que haga nada de nada? Todo a costa de los contribuyentes.

Tenemos oficios y/o trabajos que van a desaparecer o que van a tener que reciclarse. La tecnología va tan deprisa que no somos capaces de asumir tantos cambios.

Hace un tiempo recordaba cómo desaparecieron los acomodadores de los cines y cómo nos hemos ido acostumbrando a ello, pero de lo mal que lo debieron pasar esos trabajadores pocos se acuerdan. Y digo yo que se reciclarían si tenían edad para ello y sino a mal vivir. Esto me recuerda que hace muchos años (creo que 35) pasamos también una gran depresión y mandaron a muchos trabajadores al paro, entre ellos a mí padre, con 54 años. Nunca más volvió a encontrar trabajo, era muy mayor. Tuve que dejar los estudios y ponerme a trabajar. Junto a mi hermana la mediana aportábamos los salarios para que la casa siguiera adelante. Mi padre entró en una tristeza enorme y cuando se asomaba al balcón estábamos pendientes de que no hiciera una tontería. Y al final, de todo se sale. Pero no gracias al Estado. Porque se le terminó el paro, estuvo muchos años sin cobrar nada y cuando tuvieron que hacerle el cálculo de la pensión, os podéis imaginar, con tantos años sin nada, la pensión es la mínima. Llevaba trabajando desde los 6 años.

Con relación al reciclaje de los empleos os cuento lo que me ha pasado hace poco. Las gasolineras hacen tiempo que son autoservicios, hay muy pocas que haya personal para servirte. En realidad, yo pensaba en su momento que el ser autoservicio haría que la gasolina bajara de precio, pero en realidad no fue así, pero poco a poco fueron desapareciendo los “gasolineros”. A la que voy yo normalmente, en mi barrio, sigue existiendo personal que te sirve la gasolina. Poca, si es verdad, de los que habían, han dejado a 2, uno que sirve y otro que cobra…

Pues ha salido un app para móvil donde puedes hacer todo a través del dispositivo, menos echar la gasolina, claro, eliges el surtidor, pones el importe, pagas por el móvil e incluso te mandan la factura automáticamente al móvil. ¡Qué maravilla! Me quito de esperas y menos trabajo. El problema viene cuando el que me sirve habitualmente se enfada cuando le pregunto por el nuevo sistema. Y me dice que estamos potenciando que se les despida. Hombre, pienso que no era eso. Pero lo malo viene cuando vuelvo otro día y está otro compañero, dónde me hace que abra el deposito, él llena el deposito, y me dice a mí que cierre yo el deposito. La verdad que para mí era cómodo porque como siempre estoy con el bolso, el monedero, etc. pues me facilitan que lo hagan ellos por comodidad mía (claro), pero si ahora lo tengo que hacer yo también, pues no me importa también echarme la gasolina, que lo hago en otras gasolineras. Pero yo me he preguntado ¿de verdad se quiere trabajar o bien se quiere trabajar lo mínimo posible? ¿Tenemos miedo a que nos echen con las nuevas tecnologías o hacemos honores para que todo se vaya haciendo más automáticamente?

Total, que no se sabe ni lo que queremos y no donde vamos a terminar. El dinero no tiene el mismo valor hace un tiempo que ahora y cada vez pensamos más en pequeño, será por miedo, por incertidumbre, o por miedo a reciclarnos, pero estamos condenados a salir de nuestra zona de confort y si no lo hacemos nosotros solos, nos van a sacar a empujones.

¡Feliz Día del Trabajador!

La búsqueda de la excelencia

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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“La excelencia” fue el lema entorno al que giró la celebración de la XXI Convención de Nacex, un lema que, no sólo lleva en los genes de la empresa desde su nacimiento, sino que persiste tras más de dos décadas, impulsándonos a desarrollar continuamente nuevos cambios, siempre con las miras puestas en alcanzar la perfección.

La diferencia que tiene esta empresa respecto a otras es que no hacemos publicidad gratuita de todas las acciones que llevamos a cabo, simplemente lo hacemos. “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.

Hemos sido pioneros en la tecnología, incluso hoy en día, me admiro cuando leo una noticia de que tal empresa hace tal cosa para los clientes, como si fuera algo grande y una novedad y me admiro porque para nosotros es nuestro día a día desde hace mucho tiempo.

Recuerdo cuando un cliente nos quiso comparar con una empresa de transporte poniendo sobre la mesa un artículo publicado hace poco. Todavía oigo su comentario “y va incluido en el precio”, yo con cara triste le comenté, “desde que trabajas con nosotros, hace ya unos años, te lo estamos haciendo y no te hemos cobrado nunca nada más”.

Y digo que lo hice poniendo una cara triste, porque parece que no sabemos explicar bien todo lo que ya hacemos con el cliente; como lo hacemos tan bien, el cliente no demanda ningún extra, porque ya lo tiene.

Claro que tenemos errores, somos personas, pero son tan pocos que no merecen la pena destacarlos. Eso sí, cuando nos vemos envueltos en un problema maldecimos a todos aquellos que han estado implicados en él y han propiciado el error. Luego te envalentonas y se lo dices al cliente, porque nosotros somos más papistas que el mismísimo papa.

Recuerdo un artículo de un gran amigo mío en el que decía que una de las cosas más importantes para dar un buen trabajo al cliente es saber sus necesidades, pero aquí es donde tenemos el gran problema.

Quitando la primera visita, que o bien quiere cambiar de proveedor del transporte o bien empieza su andadura como emprendedor, que en estos casos suelen dar bastante información de sus necesidades, llega el momento después que, salvo honrosas excepciones, la información empieza a no ser bilateral y toda relación se basa en la “información” de que ha llegado otro proveedor y le ha ofrecido un precio menor. ¿Pero en realidad ese proveedor te hace lo que nosotros te hacemos? Si nos dieran esas tarifas ofrecidas o se nos informara de todo, se le podría hacer una comparativa exacta y como digo al comercial: nosotros siempre queremos lo mejor para el cliente, y si el otro proveedor le ofrece como mínimo lo mismo que yo y con menos precio, con todo el dolor del mundo les tenemos que decir que se vaya con el otro proveedor. En los casos que hemos tenido, todavía no ha habido nadie que hubiera ofrecido lo mismo que nosotros con menos precio, pero el cliente ha asumido que al ser más baratos tienen menos servicios, y no ha sabido valorar el trabajo extra que pueden tener. Y el cliente que al final lo ha valorado porque lo ha vivido, tarde o temprano han vuelto a trabajar con nosotros.

¿Por qué puedo estar segura de que los otros no van a ofrecer lo mismo que yo?

Pecando de prepotente, por las siguiente razones:

Primero porque pertenezco a una de las redes de transporte mejores que hay en la Península Ibérica; ojo, no digo sólo España, porque con Portugal trabajamos igual que si fuera España, no se considera internacional, por lo que los servicios son los mismos y añadiendo un precio muy competitivo.

Segundo, las casi 300 franquicias que componemos la red, estamos en continuo avance y nuestro objetivo es superarnos a nosotros mismos, donde la calidad es nuestro ADN.

Tercero, porque el franquiciador está en continuo desarrollo de nuevos servicios y no se ha acobardado ante las crisis quitando rutas nocturnas como han podido hacer otras empresas. E igual que el personal de las franquicias, sus componentes luchan por la calidad codo con codo con nosotros. Porque estamos en el mismo barco.

Y cuarto, y no en última posición, porque mi personal está para y por los clientes. Siempre pensando en lo mejor para el cliente no sólo en servicio sino también en precio. Estudiamos todas las necesidades y ofrecemos lo que le puede interesar y esto lo hacemos continuamente.

Es importante recordar que todo lo que hablo siempre va dirigido a los servicios B2B, nuestra relación con las empresas, porque con los particulares es otro mundo muy diferente, dónde tenemos que reciclarnos y hacer cursos de “paciencia”, porque como somos cada uno de nuestro padre y nuestra madre, lloramos en ciertos momentos. Pero, aunque el ecommerce ha aumentado tanto y parece que es el único negocio que existe hoy por hoy, todavía hay muchas empresas que no han caído en las crisis que nos necesitan y que, si nos dejan, les podemos ayudar mucho para seguir creciendo.

El precio puede ser importante, pero más importante es la tranquilidad del trabajo bien hecho. Tus clientes son los míos, son los nuestros y cuando más conozcas más haremos por ti y por tu negocio, somos tu ayudante para crecer. Danos una oportunidad y te enseñaremos de lo que somos capaces de hacer por ti.

Mi gran vecina Amparo

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Hoy es un día muy triste para mí, la vecina de la casa de mis padres ha dejado de sufrir y se ha marchado igual que vivió con una gran discreción y paz.

Una vecina de hace 54 años, una vecina de la de antes, de cuando se hacían reuniones familiares en el rellano de la escalera, donde su casa era la mía y su gran cariño estaba siempre cerca.

Su hija mayor es de mi edad, por lo que han sido colegios juntas, amistades y todas las vivencias posibles.

Su hija pequeña es la niña de las dos casas, hoy en día sigue siendo la peque.

Recuerdo a una mujer fuerte, trabajadora y muy cariñosa. Se ha ido sin querer molestar ni hacer sufrir a sus hijas.

Guapa, muy guapa, muy mujerona. Una vida muy dura, sufrió el maltrato de un marido a quien el alcohol le gustaba demasiado y al que luego le pasó factura.

Mi comedor pared de su comedor y tengo en mi memoria esos golpes y luego su cara marcada.

Pero cuando se quedó viuda, con dos niñas, salió adelante. Se puso a limpiar en una residencia y así, poco a poco, empezó a sacar su cabeza del pozo en que se había encontrado.

Hace 10 años ya la operaron del corazón y salió adelante, sus ganas de vivir siempre han sido fuertes. Pero esta segunda vez estaba muy cansada, demasiado para luchar y se durmió y ya no se ha levantado.

La semana pasada coincidimos en la misma planta con las 2 madres ingresadas y estábamos de la 4ª derecha a la 4ª izquierda pasando con una y otra para que estuvieran juntas.

Hicimos un grupo de WhatsApp para estar informados en todo momento de cómo estaban las dos enfermitas.

Las hicimos unas fotos juntas y mi madre la cogía de la mano y la decía “ponte bien que te echamos de menos en casa” y ella asentía con la cabeza con la mirada triste, como diciendo, ya veremos si vuelvo.

Estas son las mujeres fuertes, las grandes luchadoras, sin grandes avances ni grandes privilegios, pero que con su cariño han contribuido a crear buenas personas, porque todos los que hemos estado a su lado hemos aprendido mucho de ella y nos ha hecho más fuertes y mejores.

En estos momentos todo tiene menos importancia y te das cuenta el tiempo que perdemos y que no se recupera, para estar con la gente buena, la gente de verdad y, sobre todo, la gente que te quiere.

Por último, pongo las palabras de despedida de su hija mayor: “Se quería ir con mi padre y lo consiguió, ya está más cerca de él que de nosotras. Nos ha dejado una gran tristeza, pero con la satisfacción de habernos despedido”.

Hoy se ha marchado una parte de mi historia, alguien muy importante y sobre todo una gran señora, esposa y madre.

Retos del transporte para el futuro

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Siempre que se empieza un año hay que hacer reflexiones y estudios para sacar partido de las experiencias pasadas y coger fuerzas para superar y crecer durante los años que nos tienen que llegar. Cuando tienes un negocio, no sólo piensas en el presente, hay que asimilar que lo conseguido hasta este instante tiene que mejorarse lo suficiente para durar muchos años más.

Y es que es importante valorar que todo lo que se hace, tanto de manera acertada como desacertada, repercute en todas las familias que componen la empresa; hablamos de una gran responsabilidad, ya que no sólo está en juego el futuro del empresario, sino el de todo el personal que tiene contratado.

Pero cuando estamos en una red de franquicias, encima no sólo dependes de ti mismo, sino de todos aquellos compañeros franquiciados y sobre todo, del dueño de la marca y estructura; del señor franquiciador, Don Franquiciador, dueño y amo del futuro de todos los integrantes de la red. Dependemos de su buen hacer, de su sabiduría, de su don de comunicación, de su saber escuchar, de su saber asimilar críticas, de su saberse rodear de los mejores y de saber diferenciar a los trepas y a los pelotas…

No voy a seguir por este camino porque no quiero meterme en un jardín de espinas, que a veces todo puede malinterpretarse de forma muy rápida… En esta santa casa, merece mención decir, todo se dice desde el lado positivo.

Claro que, y si bien no depende solo de mi, sí tengo que pensar hacia a dónde va el transporte. Y cada vez me resulta más difícil poner una meta, debo decir. La tecnología nos podrá ayudar, pero como siempre digo, mientras que no descubran la forma de hacer aparecer y desaparecer una materia en otro lugar, el mundo todavía nos necesitará. Aunque se puede pensar en los drones, todavía no se ha conseguido que transporten grandes paquetes y pesos, aunque seguro que el tiempo lo solucionará.

Recuerdo unos dibujos animados de cuando era pequeña, en los que una nave espacial llamaba a la casa de un receptor y entregaba el paquete. Todavía, no obstante, ese momento no ha llegado.

No estoy segura de que la guerra de los precios entre las empresas de transporte se haya terminado… Posiblemente, cuando la sospecha del advenimiento de una nueva crisis sobrevuele nuestras cabezas de nuevo, volvamos a escuchar tambores de guerra que nos alerten de la llegada de tensiones y negociaciones.

Pero no nos olvidemos que aquel que negocia con nosotros pidiendo menos precio es el mismo que pide en su trabajo más salario, más tiempo libre para estar con sus hijos y para dedicarse a su ocio, más comodidad, etc. Claro que, cuando negocia con nosotros, ahí sí que es inflexible. Inflexible en cuanto a horarios de recogida, de entrega, inflexible en el precio… ¡Qué injusto! Qué injusto este doble rasero. No queremos lo mismo para los demás que para uno mismo. Y es que, si quisiéramos lo mismo, ¿no sería todo mucho mejor? Bueno, ya estoy en mi utópico mundo de Yupi.

Por cierto, no quiero dejar pasar esta oportunidad para aplaudir la actitud de Alejandro Sanz ante el “posible maltrato” a una persona, porque tengo que decir muy alto, que me da lo mismo que sea hombre, mujer, niño o animal, si todos los que vemos un maltrato hiciéramos lo mismo, posiblemente otro gallo cantaría.

A todos aquellos valientes que son capaces de enfrentarse a todo tipo de realidades, gracias, gracias de parte del universo.

Creo que hoy sí que he conseguido ser escueta en la entrada, tal y como me dice mi hija: “¡No seas cansina!”.

Vuelva usted mañana

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Hoy quiero hacer esta entrada dedicada a todas aquellas personas que aún teniendo familiares y amigos, tratan bastante mal al resto de los humanos.

“Gran persona debió de ser el primero que llamó pecado mortal a la pereza”.

Así es como empieza un libro de Mariano José de Larra que además de pertenecer a lo más florido del Romanticismo literario español, era un gran crítico satírico y sus artículos reflejaron perfectamente la España de su época; uno de ellos, de hecho, llega a nuestros días con su significado intacto: “Vuelva usted mañana”.

Se trata de un artículo que estudié durante mis años colegiales, un artículo que me causó un gran impacto y que me despertó una de las carcajadas más sonoras y sin tapujos que he podido hacer en la vida. Y todo era porque encerraba una gran verdad que, aunque empezando a salir de mi cascarón, ya veía que existía.

Cada vez que voy a una institución me viene esta sátira y veo que, aunque las tecnologías nos hacen los trabajos más llevaderos, el ser humano lleva el despotismo del poder en los genes. Porque en realidad es esto lo que ocurre. La supremacía del que tiene el poder en sus manos, frente a los pobres desvalidos, quienes estamos esperando ver una ligera sonrisa en la otra persona. Inútil, no se verá ninguna sonrisa.

Como no quiero alargarme mucho en este tema, que luego mi hija me regaña, voy a intentar a escribir lo más reciente y hacerlo lo más abreviado posible.

Mis padres son mayores, más de 86 años en sus espaldas y gracias a Dios tienen a sus hijas que les llevan a un médico y a otro. Como he comentado en varias ocasiones, mi padre además de mayor es ciego, por lo tanto, no puede leer los 5000 papeles que hay en todas las paredes. Y además, por la edad que tiene, es sordo igual que mi madre.

Están sanos, con achaques, pero con mi madre hemos ido de un médico a otro, desde hace años.

Un dato destacable para entender el contexto de lo sucedido: se están informatizando los historiales clínicos en toda la comunidad de Madrid, salvo en el hospital que a mí me toca, lugar donde se desarrolla esta historia. Como hemos pasado por tantos médicos, citas, pruebas, etc., es difícil retener en la memoria todo lo que en un momento dado se les ocurre preguntar. Pero empecemos por el principio, todo comienza en un día como ayer; bueno, exactamente ayer, a las 9 a.m.

Mi madre empieza a pedir perdón al taxista porque tarda en subir al coche. Yo le digo a mi madre “no te preocupes, seguro que también tiene madre y todos tenemos que llegar a tú edad, esperemos”. Hago que el ceño del taxista se relaje y dentro de mí pienso ¿por qué se enfadará? Cuanto más lenta vaya mi madre, el contador sigue su camino. Pero me imagino que es la impaciencia.

Llegamos al Hospital, queremos ir a la planta 5 Centro. Tengo que decir que este hospital es tan grande que para ir a las salas hay que seguir muchas veces líneas de colores en el suelo (ya lo he comentado en otras ocasiones creo), pero como no se está haciendo mantenimiento, las líneas van desapareciendo.

Como yo poco a poco, también voy cumpliendo años, hago una parada para ir al servicio. Busco uno que ya sé yo que están muy bien porque son menos conocidos. Mi gozo en un pozo, sucio era poco y además sin papel. Las mujeres entenderán lo que significa que no haya papel. ¿Recordáis que estamos a las 9 a.m.? No lo olvidéis.

Queremos subir a la quinta planta. El hospital tiene ascensores en todos los pasillos y pasillos cada 10 centímetros (que no me he equivocado, centímetros, porque hay muchos). Imposible, los ascensores primero no se sabe si suben o bajan; segundo, pasa el tiempo y no se abre ninguna puerta.

Buscamos otros, ¡será por ascensores! Nada, tampoco. No puedo subir por las escaleras con mi madre, si justamente vamos al médico porque le duele una pierna.

Paciencia, insistimos. Para un ascensor, lleno, como el metro en hora punta. Nos empujamos, entramos, pulsamos la planta, no se mueve el ascensor, una señora al final decide salirse porque le estaba dando de todo, se le deja salir, se cierran las puertas, por f… ¡Noooo! Se han borrado los botones del ascensor, nos bajan a los sótanos, volvemos a subir, bien, lo conseguimos, vamos parando piso por piso, bien, ya sólo queda uno… ¡¡¡Noooooo!!! Se borran otra vez los botones y nos vamos a la planta 11. Bueno, ya bajaremos, no pasa nada. Otra vez uno por uno. El de atrás quiere salir, “venga señora salga que me bajo en esta”, vale tranquilo que para que mi madre arranque a mover una pierna tiene que pasar un tiempo hasta que las bisagras funcionen. Planta 6ª, por Dios, no se ve si es la 6ª o cuál, no se ilumina. No sabemos si subimos o si bajamos, por fin, se ilumina la 5ª, cojo a mi madre de la mano y a tirar de ella, que hay que salir antes de que se cierren las puertas, porque hay una señora que se dedicaba a dar el botón de cerrar puertas y la grito, pare que me la como, que es nuestra planta.

Que alegría, estamos en la planta 5 centro. Ahora a buscar reumatología. Un pasillo, no, equivocación. Otro pasillo, parece que sí. Por los pasillos nos vamos encontrando a varias personas mirando lo mismo. Carteles de dejar los volantes en las ventanillas, ventanillas cerradas, aparece una persona, en el quicio de la puerta nos cuenta algo que pasa con las ventanillas pero que ella nos apunta, decimos nombre, y a la sala de espera a esperar, que es lo que hacemos, puesto que no se cumple las citas y eso que estábamos todos. Con retraso nos toca.

La doctora, sin mirarnos la cara, empieza a hacer preguntas; me ha pillado, no me he estudiado bien la lección, no me acuerdo de cuándo empezó a tomar uno de los 20 medicamentos que toma mi madre.La doctora me mira como pensando “pues vaya hija”. Me pregunta ¿Quién se lo mando? Pues no lo sé, pero si es para los huesos, digo yo que el médico de los huesos. ¡Yo no he sido!

Más preguntas, hasta que al final le digo a la doctora ¿pero no está todo en el ordenador? Pues claro, se pone a mirar su expediente y sale todos los médicos, pruebas, visitas, etc., tanto en atención primaria como hospitalaria. Descanso, se acabaron las preguntas. Ahora toca revisión, le habla a mi madre, sorda también, yo le traduzco. Empieza la exploración ¿duele? Sí claro, los gritos que están saliendo de la garganta de mi madre son eso, gritos y no risas. Y mi madre, viendo la cara de limón que estaba poniendo la doctora, vuelve a disculparse y yo ya enfadada le digo a mi madre “tranquila, ella también tiene madre”. Frase milagrosa, nos relajamos todos. Empieza a rellenar papeles, me dice, “lleve estos papeles a secretaría y le dirán dónde tiene que seguir yendo”. Dos pautas más y se acabó. ¿Dónde está secretaría? ¿No es dónde hemos empezado? No, en la otra punta del pasillo. Ahí vamos, mi madre arrastrando la pierna y yo.

¿Se puede pasar? Si, espere a que termine una cosa. No hay problema, termina con tu WhatsApp y luego ya vamos nosotros. En la secretaría me dicen “Esto para la planta 0 centro, esto para la -2 y ahora te doy cita para resultados el 1 de Junio”. Pues nada, nos vamos para seguir por las plantas del hospital. Mientras que espero al ascensor, apunto la fecha en mi móvil y ¡horror! Ese día tiene mi madre otro médico. Me cojo a mi madre y vuelta por los pasillos, pero como nos habíamos movido mucho porque estábamos buscando el ascensor que funciona, me pierdo, sí señores, me pierdo, pasillo para arriba, pasillo para abajo. Mi orientación ya no me funciona. Consigo localizarlas y les pido, muy humildemente que me cambien de fecha, lo hacen y haciendo reverencias salgo de la secretaría.

Nos vamos a la planta cero (no voy a insistir con los de los ascensores), para que nos den hora para unas pruebas. Cógete el número y espera. Muchas mesas y 2 personas nada más, uno se queja, una empleada le da la razón y la otra se enfada con su compañera por darle la razón. Los números no corren porque ellas están discutiendo. Entra una amiguita, sigue sin correr los números. Al final me toca, me da fecha.

Cógete a tu madre y vete a la -2. Como los ascensores nada de nada, le digo a mi madre, ¿te atreves y lo hacemos por la escalera? Pobre, no sólo se atreve, sino que lo sufre. Allá que nos vamos. Cogemos otro número y a esperar. 10 mesas, 4 personas. Miran su whatsaap, hablo con sus compañeros, las batas blancas les toca siempre una mesa, y se van a desayunar que les toca. Después de estar más de una hora y media sentadas en unas sillas de madera, me toca, bien, bien, ya nos vamos mami.

Me dan el resto de las citas y me dice, tiene que subir a la cero para darle el tubo de la prueba. Me paso de lista: “no, no hace falta, sé cómo funciona”. No, vaya, total ya está aquí que además le dirán cómo lo tiene que hacer.

Me cojo a mi madre, hay escaleras mecánicas. Las únicas que hay en todo el hospital. Allá que vamos, pero me despisto y mi madre pisa entre los dos escalones, la sujeto, nos balanceamos, pero consigo que no nos caigamos. Mamá, necesitas revisión con el oculista, otra más para la mochila.

Vamos a la cero otra vez, la dejo sentada y me voy a coger el tubito. Pero había solo una persona atendiendo y había perdido los análisis de los que estaban primero y de ahí no se movían hasta que solucionaran el problema. Media hora más tarde sale otra persona, diciendo que, aunque no era la encargada, que podía dar los tubos de muestra. El que estaba delante de mí, da los papeles, y dice, lo siento, estos no, yo sólo los de 24 horas. ¡¡Bingo!! Yo era esa, me da el bote y “las indicaciones” no las hay, nada de nada. Tiempo perdido.

Por cierto, vuelvo al servicio tres horas más tarde y seguía sucio, bueno más sucio y sin papel.

Yo misma estaba ya saturada, hospital para arriba, hospital para abajo, pasillo para la derecha, pasillo para la izquierda. Leer, leer y leer.

¿Alguien se puede poner en el pellejo de las personas mayores o incluso con dificultades de movilidad?

No quiero alargarme, pero creo que como muchas personas han pasado por lo que yo estoy contando, no hace falta dar menos explicaciones.

Y lo único que pido es más humanidad en el trabajo, y que menos pensar en los sillones, ministerios, acuerdos, pactos o lo que sea, y más dedicarnos a gastar el dinero de todos los contribuyentes en el beneficio del pueblo.

Del pueblo y no de los políticos y/o responsables que se aprovechan de su situación privilegiada para llenarse los bolsillos del dinero de todos los españoles.

¡Basta ya! Trabajen para mejorar nuestras vidas, no para amargarnos la existencia.

¿Y si fuera una canguro?

Escrito por Liberación 2000. Posteado en El Blog de Carmen

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Ya ha llegado el día en que a mi hija, después de vivir la maravillosa experiencia de ser madre, le toca volver a la rutina del trabajo.

Durante el embarazo eres una mujer a una tripa pegada y, durante los primeros meses de vida de tu retoño, eres una mujer a un bebé pegado. Respiras, duermes, comes y vives cuando tu mini-Yo te deja.

A partir de ahora serás una mujer a una hija pegada y hasta que llegue cierto momento -que no quiero nombrar-, ya no habrá lazo tan fuerte como el de una madre con una hija.

Pero se empieza a trabajar y ahora ¿qué se hace con los hijos?

Bastante polémica ha habido con las últimas imágenes de madres o madre llevándose a los hijos a su puesto de trabajo, sin aprovecharse de la gran ventaja de tener una guardería en el mismo sitio donde pasas largas horas de la jornada. Y no quiero hablar más de este tema, porque para mí fue un duro golpe debido al gran sufrimiento que me produjo ese momento y los malabarismos que tuve que hacer para que yo pudiera trabajar y al mismo tiempo mi hija estuviera cuidada.

¿Por qué se podía hacer si no tenías a ningún familiar ni dinero para que se quedara con tu hija? ¿Qué se puede hacer si tienes necesidad de seguir trabajando? ¿Merece la pena tanto sufrimiento? Porque no sólo estamos hablando de dinero, sino también de desarrollo de la mujer.

¿No es el motivo principal o uno de ellos por lo que las mujeres se quedan embarazadas cada vez más tarde?

Hace años se decía que la mili partía por la mitad al hombre o en su vida laboral o en su vida de estudiantes. Tenía que cortar para hacer la mili o pedir una prórroga. Esto ya no existe. Pero ¿y la mujer y la llamada de la maternidad? Pues estamos en el mismo caso, o lo prorrogas hasta que tienes una edad que ya no puedes seguir ampliándolo o cortas tu vida y te lanzas a ello.

Y la guardería no es lo peor, ¿qué hacemos en la edad escolar con tantas vacaciones? ¿Cómo los repartimos? Un mes con papi, otro con mami, el resto con los abuelos, un campamento rural, otro urbano… Locos, se termina locos para cuadrar tantas festividades y horarios. Te faltan familias, te faltan horas y te faltan dineros, muchos dineros.

Tiene que cambiar mucho las leyes, pero tienen que cambiar. Por cierto, ya se han hecho muchos avances, pero quedan todavía muchos más.

La verdad es que más que ver a una diputada llevar a su hijo al trabajo, que, por cierto, vaya niñ@ bueno, mi hija hubiera estado todo el tiempo llorando, me hubiera gustado ver a su padre haciendo lo mismo, llevándoselo al trabajo. No sé si está casada o no, pero digo yo que ese hijo habrá sido “engendrado” con mucho cariño y con alguna participación masculina, porque además es su segundo hijo. Y si no este el caso, insisto que me gustaría ver a los hombres llevándose a los niños a los trabajos, entonces ya no se vería tan normal que lo hagan las mujeres, aunque se critiquen.

Bueno, hay que cambiar las mentes, pero más todavía las leyes y las ayudas.

Ahora toca volver al trabajo y yo a descansar un poco porque estaba ya acostumbrada a su trabajo que he tenido que sustituir. Volví a retomar labores que ya hacía ella en la empresa igual que tuve que volver a retomar la faceta de estar con un bebé, con la diferencia que ahora mimo y no educo. Le toca a ella, es su momento.

Como decía yo siempre, en el fondo, cuando se vuelve al trabajo, también se vuelve a ser persona y te das cuentas que existe algo más que los pañales y las leches en polvo. Que se puede hablar de otros temas que no tengan que ver con mocos y que se lucha contra todas las adversidades para salir adelante, aunque ahora con una niña preciosa que tiene los ojos más bonitos del mundo mundial (y parte del extranjero) …

¡Bienvenida hija! Te estaba esperando como agua de mayo o en este caso, de enero.