¡Servicio de extrema urgencia!
Hoy, escribe Oscar, comercial de Liberación 2000, y quiere compartir con todos vosotros una anécdota que tuvo lugar hace 2 años. Fue una entrega exigente, con unas características complejas y con un tiempo de entrega MUY urgente. ¡Os lo cuenta!
Esta es una entrega de las más urgentes que quizás hayamos realizado y la cual tenía una responsabilidad muy importante. Conseguir entregarla a tiempo significaba que quizás salvábamos la vida de un niño de 10 años. Sí, ¡cómo lo habéis leído!
Os resumo por encima a lo que se dedica nuestro cliente (a partir de ahora, lo llamaremos X), así, podréis entender mejor la historia.
X se dedica a la investigación y desarrollo de medicamentos “huérfanos”, los cuales son destinados a enfermedades raras. Son aquellos medicamentos que no se suelen almacenar en los hospitales porque no se usan a menudo, e incluso algunos hospitales y profesionales no saben ni de su existencia. Cuando surge la petición de un medicamento de este tipo por parte de un hospital, tenemos que ser extremadamente ágiles y rápidos, ya que se ha producido un diagnóstico por parte del profesional y que el paciente pruebe este medicamento significa que quizás logre salvar su vida.
Hace ya algún tiempo, un jueves sobre las 14 horas, X nos llamó para decirnos que el día siguiente por la mañana, recibía un medicamento que venía del extranjero. Ellos lo recibirían antes de las 12 horas y nosotros teníamos que entregarlo ese mismo día antes de las 19 horas en Tenerife. Era un medicamento muy urgente para un niño que estaba muy enfermo.
Empezamos a darle vueltas. No sabíamos cómo realizar el envío. Con un servicio “standard” era imposible, pero les dijimos que sí podríamos. No iba a resultar barato, pero el precio no importaba, sólo queríamos que se cumpliera el servicio. Era importante para todos nosotros. Buscamos aviones de ida y vuelta, cuadrando todos los condicionantes, dado que hasta las 11 horas, no íbamos a tener la mercancía en nuestro poder.
Encontramos billetes de avión para ir y volver. Informamos del presupuesto a X y nos lo autorizó. Ante tal urgencia, y con poco tiempo de maniobra, nuestro propio jefe de tráfico adelanto el coste de los billetes de avión de su propio bolsillo. Ya sólo nos quedaba hablar con el conductor encargado de este servicio, “el gran Manolo” y esperar que el medicamento llegase en hora, para enlazar correctamente el vuelo.
Llegó el día indicado y la mercancía llegó en hora. El avión salía a las 14 h. Acerqué a Manolo al aeropuerto con el envío y le acompañé hasta la zona de control de seguridad. Teníamos miedo de que quizás no le dejasen viajar con este bulto de equipaje o le pusiesen pegas. A través del cristal, vi al agente que se acercó a Manolo y le hizó varias preguntas, y…¡bufff!, le dejó pasar. Comenzaba la carrera.
El avión salió con retraso de Barajas y llegamos a Tenerife a las 18 h (una hora perdida). Teníamos que llegar al Hospital echando chispas y volver al aeropuerto para volar de vuelta a las 19.30 h.
En el avión, Manolo hizo amistad con el compañero de asiento (como es habitual en él), y ellos mismos, tras valorar la importancia de lo que llevábamos encima, le acercaron con su coche particular al mismo hospital, para así ahorrarle tiempo.
Subimos a la planta del Hospital y nos estaban esperando ansiosos, pero muy contentos por la rapidez.
Nos quedaba volver de nuevo corriendo al Aeropuerto, ya que en media hora, salía el vuelo de vuelta, pero ya estábamos tranquilos, el trabajo estaba bien hecho. Cogimos un taxi y nos llevó volando al aeropuerto. Llegamos a tiempo para coger el avión.
Una vez supimos que la entrega estaba Ok, se lo informamos a X de manera inmediata y nos dio las gracias y la enhorabuena por el trabajo realizado.
Todo este servicio nos generó una gran satisfacción. Ojalá hayamos ayudado a salvar la vida de ese niño…. #esonotieneprecio
Oscar
Comercial 2801
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