Historia de Halloween 5: El enano informático maléfico
Cada vez que pienso en esta historia, los pelos de mi cuerpo se ponen como escarpias, el sudor sale de mi cuerpo con una frialdad que hace que se estremezcan todos los huesos y aparezca la carne de gallina. Por desgracia para mí, es una historia que no para de ocurrir ni de crecer. Cuando parece que estamos unos días más o menos tranquilos, los enanos informáticos hacen posible que no se nos olviden que existen y que, aunque no sepamos donde se encuentra, EXISTEN. Son como las brujas, verlas no las vemos, pero están rezagadas en algún lugar del Universo y cuando menos lo esperas saltan a tu espalda.
En este caso, saltan de frente, miras la pantalla, la miras, la miras, y la vuelves a mirar, y todo está en el mismo sitio, no se ha movido ni un ápice. Te levantas para estirar las piernas, vuelves y sigue, y sigue y sigue en el mismo sitio. Pero, los enanos están trabajando, lo sabemos, porque de vez en cuando, no funciona nada, se apaga y aparece una pantalla negra. En otras ocasiones, cuando has conseguido avanzar el trabajo, mirando el reloj para conseguir salir pronto, lo que ocurre es que se cierra el programa, justo cuando estabas a punto de imprimir, todo perdido, de nuevo a comenzar. Tu cara parece un cromo, pegado a una pantalla de ordenador. La locura aparece en tu mente y ves a cientos de murciélagos que se van dirigiendo a tu cara, mueves los brazos con espasmos para quitarte su pegajoso contacto, pero es imposible. Los enanos han hecho que salgan automáticamente para hacer que pierdas tiempo y no te des cuenta de todo lo que todavía queda por hacer de trabajo.
Pero, estos enanos tienen vida propia, podemos llamarlos los elfos de los microchip. Cuando deciden salir a molestar, el ambiente se vuelve enrarecido, podemos ver rayos y truenos encima de nuestras cabezas, las venas de la garganta se hinchan y se ponen de color morado Semana Santa, los ojos se salen de las órbitas y mi color de ojos se convierte en un negro tenebroso -sobre todo teniendo en cuenta que son verdes-. Y lo malo es que son los Reyes del Mambo. Con el Papa hemos topado, querido Sancho.
Los informáticos deciden lo que te viene bien, lo que no te viene bien, cómo tienes que trabajar, cuando no puedes trabajar, etc., etc., Por eso, el cuento más tenebroso, lúgubre y triste de Halloween se lo dedico a esos desgraciados enanos que están en los chips de los ordenadores y que no salen cada 1 de Noviembre para celebrar la fiesta, están todos los días en nuestras oficinas, en nuestras casas, en la calle, en el espacio, en todas las partes, riéndose de nosotros y pensando “Esstaaisss eeen nnnuuuestttrasss mannnnos, insignificantes humanos”.