El viernes 22 de noviembre del 2013 se ha celebrado la XIX Convención Nacional de Nacex. En otra entrada del blog ya hablé de las convenciones y de cómo eran al principio y los cambios que se han ido produciendo a lo largo de todo este tiempo. No he asistido a esta convención, por lo tanto, no puedo certificar si se han producido muchos cambios o seguimos escuchando los discursos de lo que va a ser nuestro futuro pero que luego tienen modificaciones a lo largo del año. Pero como he puesto en otras ocasiones, cuando vas a las convenciones nacionales se produce un subidón de orgullo Nacex y la sangre se vuelve más naranja que nunca. En mi caso todo es felicidad, incluso con aquellos que durante el año has podido tener alguna rencilla, ese día me desaparece y soy como un oso mimoso que quiere a todo el mundo. Es una pena que no les pase al resto de la gente, porque hay algunos que piensan que es un buen día para aclarar situaciones y yo pienso que es un día para disfrutar y los problemas se resuelven en los despachos. Pero, hay gente muy rencorosa por el mundo.
Como estaba contando, yo en las convenciones estoy contenta, feliz, veo a compañeros que no puedo verlos en otros momentos, mi mente intenta recordar nombres, hablas, te ríes y me lo paso genial. Pero, hay un momento donde la sangre pasa por la garganta acelerándose a la máxima potencia. Llega el MOMENTO DE LOS PREMIOS. Todos los años se premia a las 15 mejores delegaciones Nacex, teniendo en cuenta que somos unas 300 delegaciones entre España y Portugal, no es un premio cualquiera. Tampoco tiene una contraprestación monetaria (sobre todo en estos años de crisis). Es más bien un premio con un diploma donde te reconocen que tu trabajo durante el año ha sido el correcto.
Conseguir esta perfección es muy complicado. En Nacex está tipificado con puntos todas las actividades y/o acciones que tenemos que realizar a lo largo de todo un día, desde que se recogen los envíos en la plataforma a primera hora de la mañana, hasta que se vuelven a dejar los envíos en la misma plataforma a última hora de la tarde. Todo está puntuado, alguna vez en broma comento, por no ir al servicio a la hora correspondiente nos toca 10 puntos. Pero no es broma. Todo, todo, todo, tiene una puntuación si no se hace en el momento preciso. No hace falta que nos pongan un “castigo” de dinero, es solo por puntos y todos los meses va saliendo el puesto que ocupamos para luego dar el premio en la convención, una vez al año.
La puntuación está dividida según la gravedad de lo que has hecho mal, y así se va haciendo el computo. Además los últimos que están en la lista tienen un seguimiento por un equipo de intervención más exhaustivo hasta que se consigue que la puntuación sea la más baja posible, aunque se tenga que tener en seguimiento durante un tiempo largo, da lo mismo, lo importante es que mejoren. Entre todos se hace que todas las oficinas marchemos con el mismo paso para conseguir la calidad que tanto hacemos de bandera en nuestro día a día.
Tengo que decir que cada vez es más difícil recibir el premio, porque cada mes vemos delegaciones que tienen cero puntos y eso significa que lo hacen perfecto. Yo a la forma de puntuar lo haría un poco diferente y es que dividiría el premio en 3 partes cada una de 5 delegaciones por tamaño de envíos (grandes, medianas y pequeñas), aunque de esta manera sería más difícil recibir el premio porque tendrías que estar dentro de las 5 mejores de cada categoría y a lo mejor nosotros nunca lo recibiríamos.
Desde que se empezaron a dar estos premios, creo que en el 1998, siempre lo hemos recibido, o uno, o dos o tres premios cuando tenía tres delegaciones. En cada delegación ponemos los premios en la pared con orgullo. Con un grato recuerdo tengo los años que he subido tres veces con mi personal a recoger los premios, el orgullo me salía por los ojos.
Aunque la Convención es para Delegados, en varias ocasiones he llevado a un miembro de mi personal de cada oficina para que viva lo que es una Convención y sobre todo que recoja el premio conmigo. Es también un momento feliz que hace que las personas que me acompañan se sientan con una gran felicidad y que les dura una temporada, aunque también he tenido de las que aunque les pagas un viaje y un hotel (suelen ser 2 días de Convención) parece que están a disgusto y que les pica las pulgas, poniendo quejas a todo, otros disfrutan de lo que están viviendo y brindan a tu salud con gran cariño, pero que luego se les ha olvidado y han hecho todo lo contrario. La vida está llena de sorpresas, pero no pasa nada, para eso estamos.
El momento de más nervios es cuando suben al estrado las personas que todo el mundo saben que son los encargados de nombrar a los premios y empiezan a numerar a las delegaciones premiadas.
Cuando saben que asisto a la Convención no me adelantan si vamos a recibir un premio, mi personal empieza a preguntarme unos días antes si me han dicho algo y siempre les contesto que no tengo ni idea. También me lo preguntan algunos delegados, ¿este año cuantos premios vas a recibir? ¿Vas a recibir algún premio?, yo creo que alguno está deseando ver que se falla en algún momento, pero no ha llegado todavía el año, aunque estoy segura que llegará. Hay delegaciones muy buenas que no reciben el premio a lo mejor por alguna tontería y también se lo merecen.
Pues ahí estamos, todos nerviosos, oyendo como nombran a las delegaciones. Las manos cogidas y sudando. Hasta que llega el momento y oyes 2801, 2821 ó 2826. Saltas de alegría, nos abrazamos y salimos a recoger el premio. Aunque suelo llevar a un miembro de cada delegación, salimos todos, imaginaros un mínimo de 4 ó 5 personas riendo, gritando y empujándonos entre todos, porque ellos no quieren ir los primeros y yo les obligo a que vayamos todos juntos. Te entrega el premio el Director de Nacex o el Subdirector de Nacex normalmente, aunque otras veces lo he recibido de otras altas autoridades. Y a mi personal les hace mucha ilusión porque aunque hablo en la oficina de todos, no es lo mismo conocerles y además que te den un premio.
Como ahora solo tengo 2 delegaciones como mucho recibo 2 premios. Y como a esta convención no voy a asistir, ya me han informado que tengo las dos delegaciones premiadas, ahora me tocaría elegir las personas que van a subir a recoger los premios en mi nombre.
Estoy escribiendo este apartado antes de la convención, aunque se publicará después, pero de todas las maneras la alegría es igual, no vamos a recoger el premio pero ya lo hemos celebrado interiormente.
Lógicamente esto no es el trabajo de una persona en concreto, es el trabajo de los equipos de las 2 delegaciones, pero sí que tengo claro es que si una persona no aceptara la disciplina que hay en Liberación 2000 no estaría dentro de los equipos de trabajo. También es verdad que la mayoría están en la empresa más de 10 años de media, pero hasta los nuevos se van adaptando a todo lo que tenemos que realizar, que una vez que lo tienes asumido es fácil hacerlo. Aunque de vez en cuando se pueden relajar.
Enhorabuena a todos por los premios, y al resto de las 13 delegaciones premiadas también les doy mi más sincera felicitación, y a los que no han llegado a estar dentro de las 15 también les doy mi agradecimiento puesto que sin ellas tampoco somos nadie aunque sean con algunos puntos más.
¡¡¡FELICIDADES A TODOS LAS PERSONAS QUE COMPONEN NACEX!!!
Carmen Ruiz Atienza