Todos tenemos un marqués en nuestro interior
Bueno, pues ya estamos en el 2017, dejamos atrás otro duro año y nos ilusionamos en que el acaba de comenzar será el definitivo y que conseguiremos todo aquello que deseamos o nos gustaría conseguir.
Pero antes de que mi vida se arregle por este cambio, tengo que despedir, como se merece, al año que acabamos de despedir, y para eso sólo necesito decir que hasta los coj… he terminado de este año. Y que estoy harta de muchas cosas que las voy a escribir aquí y las voy a quemar como en un aquelarre y así conseguir pasar al año nuevo con el alma pacífica y con nuevas vivencias. Y teniendo en cuenta que se me ha quedado grabada una canción que oí ayer en un programa de televisión paso a indicaros las cosas que quiero desprenderme para el futuro y para ello me quito de la educación y de las buenas maneras y sale el ogro que llevo dentro de mí:
- Me cago en los adelantos tecnológicos, que hacen que mi vida sea más agradable, hasta que alguien decide tocar algo en el momento menos oportuno y durante días interminables nos hace pasar un verdadero infierno. En positivo, me doy cuenta de los grandes profesionales que tiene esta red, la alta dedicación a esta causa y lo orgullosa que me encuentro con mis compañeros. Me explico un poco. Nosotros trabajamos “On time”, es decir, en todo momento se sabe dónde se encuentra nuestro paquete y se conoce la entrega o la incidencia en el momento de producirse. Pues bien, en plena navidades, con record de envíos transportados, a alguien se le ocurre meter una nueva versión que hicieron paralizar todas las pistolas de toda España. ¿Os lo podéis creer? Pues sí, ocurrió. Y nosotros, con la contingencia acuesta, trabajando como si no pasara nada, dando todo en los últimos días del año, y sin que el cliente notara nada de nada, sólo un pequeño fallo en conseguir las imágenes, pero casi todo entregado en tiempo, con un par. Hablando con una persona de este tema y alabando el trabajo realizado, me dice: “que pronto se os ha olvidado el trabajar como antiguamente”, pues sí señor, se nos ha olvidado por varios motivos, primero porque nadie escribe ya como los antiguos escribas, la vida ha avanzado y porque hemos invertido mucho dinero para que todo funcione correctamente y además nuestros clientes son exigentes y quieren la excelencia, y se lo hemos dado, aunque sin la tecnología. Bravo compis y gracias clientes por vuestra comprensión.
- Me cago en aquellas reuniones familiares donde al que le toca prepararlo es un verdadero infierno. Y claro, como estáis notando me ha tocado a mí, la nochevieja y el año nuevo. Mis recuerdos de estos últimos días han sido, compras, preparación, cocinar, recoger, volver a recoger, cocinar, vuelta a limpiar y así horas y horas. Me pelé las uvas y les quito los pipos para no atragantarme, pero la verdad, es que se me han atragantado igualmente. Aunque te ayuden, no es suficiente. Coloqué en dos mesas todas las cositas que se pudieran necesitar a lo largo de las agradables veladas, y fue pregunta tras pregunta, falta esto, ¿dónde está esto otro? Una y otra vez mi contestación era a tu lado, en la mesa auxiliar o en la mesa de las comidas. Da lo mismo si comes o no comes, todo es para el resto. En fin, un desastre. Con lo bien que está celebrarlo en un hotel con cena, cotillón, requete-cena, y comida al día siguiente y tú a divertirse que para eso son las fiestas.
- Me cago en el despilfarro de comidas. Es tirar comida tontamente. Compras mucho para que nadie se queje (imposible porque siempre les falta algo), compras y compras cantidad, como si no hubiera un mañana. Comen al final lo de siempre, pero hay que comprar todo una y otra vez. Se abre la tarrina del foie para untar una sola tostada, se deja abierto para que se estropee y yo liada en otros menesteres, cuando me doy cuenta ya no tenía remedio. Estoy acostumbrada a cocinar desde hace tiempo para mí sola y además siempre a régimen y siempre engordando, sea de paso. Pues en esos días hay que cocinar para 14 como mínimo. No sabes ni calcular las cantidades, en las recetas de google viene para 2, para 4 y cómo mucho para 6, pero no para 14, por lo tanto, hay que ir haciendo reglas de 3 para cuadrar las cantidades. No hay ollas suficientes para tanta comida y al final, todo tu esfuerzo, se queda en una porquería, que no está mal de sabor, pero no queda perfecto.
- En definitiva, me cago en to, porque muchos somos capaces de ir a manifestaciones para revindicar un mejor salario (pero luego apretamos los descuentos), un mejor horario (pero dejamos el trabajo para el final y se lo damos a otras personas mientras que se van a sus casas), que paguen más los ricos (pero en cuanto nos dan la oportunidad cenamos y comemos como si se terminara el mundo) y lo peor de todo me cago en aquellas personas que se apoltronan en una silla para que les hagan todo en la vida y que piensan que los demás, en esos momentos, somos criadas o chachas para todo.
Y que conste que me encantan las navidades, pero como acabo de quemar todo lo que no me gusta escribiendo este texto, voy a tener un 2017 perfecto junto contigo, mis lectores de este blog, que hace que me sirva de terapia.
Feliz 2017