Después de un tiempo de descanso, donde la vida parecía que transcurría a otro ritmo, sin atascos ni prisas, empezamos el mes de los colegios, de los cambios, etc., y se vuelve a retomar todo lo pendiente, aunque no sé si con más ganas, pero seguro que con resignación y esperando al siguiente verano.

Y cómo siempre nos toca reflexionar sobre nuestra existencia y lo que el futuro nos puede deparar. El problema viene que estamos en manos de otros que pueden hacer que tu planificación se vaya al traste y se tenga que realizar un giro para el acoplamiento en la nueva situación.

Mis clientes han venido luchadores, su descanso ha debido de ser más placentero que el mío, pero para eso estamos. Nuestro trabajo nos tiene siempre con un nudo en el estomago, innovando, modificando y adaptándonos a las necesidades.

Está dentro de nuestro ADN, por eso yo he aprovechado para coger oxigeno y volver con una expresión antigua, pero que me encanta: Vengo con tal cantidad de optimismo, que lo puedo pesar en arrobas.

Hoy 15 de Septiembre, se celebra el Día Internacional de la DEMOCRACIA. Pongo esta palabra en mayúscula, porque después de haber vivido algunos años en una dictadura (ojo, pocos que aunque me he dejado las canas no soy tan mayor…), después de vivir la ilusión de ir a votar sin miedo, después de pasarme toda una noche en vela y con angustia por un “Al suelo todos”, después de comprobar la desaparición de penas de muerte a familiares míos, después de corres delante de los grises, marrones, azules… y  después de tantas y tantas cosas vividas y camino realizado (aunque falten cosas por solucionar), resulta que todos los días oigo que no vivimos en democracia.

Después de educarme y educar, en el cumplimiento de las normas de convivencia, resulta que no sirven.

Es para necesitar oxigeno ¿ o no?

¡¡Que feliz sería mi vida sin los políticos!! No es justo que quienes nos tienen que “ayudar” pongan piedras en nuestro camino.

Pero siguiendo con frases que ya no son utilizadas, voy a refrenar mi húmeda, porque no se consigue nada, salvo sentirse mal.

Y como “Dios protege a la inocencia”, Feliz día de la Democracia y sobre todo, Feliz Viernes que significa que tenemos un maravilloso fin de semana para disfrutar, y yo más todavía, porque celebro el segundo cumpleaños de mi nieta, y sólo por ese motivo, seguiré teniendo “Optimismo por arrobas”,

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