¡Por Fin! Volvemos a la rutina diaria, a la tranquilidad y a la paz de todos los días. Las fiestas se han terminado, el desmadre, las comilonas, las compras, las bebidas… Parece que nunca hemos comido hasta estas fiestas. La crisis se ha olvidado y a lo único que hemos dedicado tiempo es a comprar todo lo pensable. El espíritu navideño ha dicho “hasta el año que viene”, ¿pero de verdad existe el espíritu navideño?
He comentado en varias ocasiones que muchas personas en estas fechas se vuelven más antipáticos, están más estresadas y no disfrutan el hecho de que otras tengan la suerte de estar de vacaciones o de celebraciones; ellos tienen que trabajar o no celebran nada de nada. Y al final, acaba resultando que Diciembre es el mes en el que hay más broncas, más enfados y en el que se respira más mala educación en el ambiente. La tensión de celebrar una cena, de aguantar a la familia o de utilizar mejor el tiempo libre nos acaba pasando factura a todos.
Poco queda o nada de aquellas navidades pasadas, en las que la ilusión y la esperanza ocupaban todo el tiempo de estas fiestas. Pero hoy quiero dedicar esta entrada a la ilusión de los Reyes Magos y las nuevas tendencias.
Yo no soy una católica, apostólica al uso. Siempre lo he dicho. Si es verdad que he sido educada en la religión cristiana y lo cierto es que, si bien no soy practicante, tampoco me molesta que otros lo sean. Soy de las que se acuerda de Jesús cuando necesita algo y poco más.
Me encanta visitar iglesias y catedrales porque adoro la historia y también soy capaz de entrar en una mezquita o en una sinagoga y apreciar su arquitectura; no entro a valorar si no pueden rezar las mujeres junto con los hombres o lo tienen que hacer detrás de unas celosías, porque, aunque como mujer me molesta, estoy compartiendo el espacio y el momento con gente de otras culturas y, por ende, tengo que respetar lo que se hace.
Ahora, sin embargo, parece que tenemos que ir contra la religión católica. Es la enemiga a batir, tenemos que quitar todo lo relacionado con esa religión, aunque respetemos las de los otros. Insistiendo que no soy una devota, me llama la atención como los nuevos gobernantes, que tienen que dirigir las vidas de todos los ciudadanos, aplican los cambios que se les antojan sin tener en cuenta la opinión de la sociedad.
Porque yo me hago una pregunta, si tu no crees en la navidad, pues no ibas a ver ningún belén, ni ibas a la cabalgata de reyes, ni hacías nada de nada relacionado con la religión cristiana. Es decir, si no eres de ninguna religión no hacías nada, pero ahora lo que se hace es quitar de un plumazo lo que son tradiciones ya no con años de antigüedad, sino de siglos.
Cambiamos los ropajes de los Reyes Magos o los cambiamos de sexo y así pensamos que somos más modernos y más feministas y entonces tenemos que explicar a los niños que Gaspar ahora es Gaspara, y que el traje es de alta costura alternativa.
Y yo me pregunto también, ¿esta gente que no celebra la navidad, qué les dice a sus hijos cuando ve que el resto de los niños están esperando a los Reyes Magos? ¿O ponen un belén en sus casas? Y esto lo digo por aprender, porque a este paso nos tendremos que inventar algo para dar explicaciones.
¿Qué se le dice a un niño que en vez de villancicos está viendo a un DJ que además se lobo? E insisto, que ya se me han olvidado a mí misma los villancicos, pero ¡jolines, esto ya es demasiado! Aunque estoy segura que tanto esta música como la que se puso mientras que se esperaban a los Reyes estaba analizada por grandes expertos y era la música infantil por excelencia y la que más interesa a esos niños, porque estamos hablando de niños, niños pequeños.
Me estoy haciendo vieja, no llego a entender lo que está pasando. Se gobierna para unos pocos y además si alguien piensa lo contrario, se le echan encima las redes sociales.
No queremos que los Reyes vengan en camello porque se pueden estresar, pero dejamos que una carroza esté patrocinada por un fabricante de bebidas muy conocido que ha echado a la calle a muchos trabajadores. De hecho, hay una sentencia que dicta que se los tiene que readmitir y, si bien todavía no sé si se ha hecho o no, imagino que, en cualquier caso, esto sí que debe ser estresante.
Aunque estoy de acuerdo con este tema de los animales, ¿qué hacemos con los zoos? ¿y con los mataderos? ¿o es que sólo pensamos en los animales para la Navidad y no durante el resto del año? Creo que tenemos que avanzar en muchas cosas, pero parece que sólo se está mirando todo lo relacionado con la religión cristiana.
Y que conste que vale que Baltasar sea realizado por una persona blanca con betún en toda la cara y que se olvidara de pintar el cuello, porque hay mucha gente de color que puede realizar esta tarea, pero de ahí a lo que ha pasado, me parece que hay un abismo y ojo, que es mi opinión, si alguien se siente ofendido es porque no sabe oir las opiniones de los demás.
Eso sí, ha sido una cabalgata que ha respetado las culturas chinas, con su dragón, la india con su elefante y todo lo que haga falta, porque son tradiciones, aunque sean sexistas también, porque es un dragón ¿no hay dragonas? ¿no hay elefantas?. Esto me recuerda lo de “miembros y miembras”.
Y por último sólo quiero hacer otro comentario sobre los Reyes. He buscado los cuentos de toda la vida, los de mi época, los cuentos de Andersen, pero claro, ha sido difícil encontrarlos porque parecen que son cuentos “sexistas”. Busqué también los cuentos de Gloria Fuertes y la verdad que también ha sido complicado. Al final, con gran felicidad encontré un cuento que más o menos ponía “Mis primeros sonidos de animales de granja” y dije “esto se lo compro a mi nieta”. Llega el día y se abre y se le enseña, aplaude y rie, le ha gustado, ¡qué alegría! Se empieza a leer y nos quedamos muertos, asombrados y no nos lo podíamos creer. En cada página hay un pequeño texto para luego tocar y que salga el sonido, y yo esperaba la vaca muaaa, el perro gua gua, el gato miau, miau, pues no, eso es tonto, ahora la vaca se tira pedos, el perro eructa, el gato le suena las tripas, y así todos los primeros ruidos de los animales.
¿Pero qué es esto? ¿Qué queremos hacer con los niños? No le podemos hablar de príncipes porque no existen, ni de fantasías ¿y los primeros sonidos que pueda oir de un animal son sus pedos?
Juro que lo compré de la estantería de +0 meses.
¿Cuál será el futuro cuento que va a leer mi nieta? El cerdito marido, Blancanieves y los 7 divorcios, etc. ¿De verdad que hay que romper la inocencia tan pronto? Si todo llega, no hay problemas. Yo me he criado con los cuentos de los príncipes que te rescataban y la realidad me abofeteó, pero el tiempo que soñaba con mi príncipe azul no me lo quita nadie, es más, todavía le estoy esperando, pero feliz, no estoy traumatizada, estoy muy feliz, porque tengo a muchos príncipes a mi alrededor, aunque no sea el mío ni esté feliz.
Y he estado contenta en mi ignorancia con el ratoncito Pérez, y me hacía ilusión que me dejara un regalo cuando se me caía los dientes y no me ha pasado nada mal (bueno, eso creo yo), y ahora que sé que no existe y se me siguen cayendo los dientes, pues no espero ningún regalo, es más, sólo que queda soltar el dinero al dentista de turno y esperar que vaya todo bien.
Por favor, dejar que la infancia tenga ilusiones, que no hay ningún peligro en las tradiciones, que son solamente eso, tradiciones, canciones y que no hace daño a nadie.
Si se quiere hacer cambios, tendrá que ser con el tiempo, mucho tiempo, porque todo está basado en unas tradiciones de hace muchos años, incluso siglos, y no se puede cambiar de un día para otro.
Y no nos olvidemos que es lo que queremos proyectar hacia los demás, que imagen estamos dando al resto del mundo, porque luego queremos a los turistas, que nos dejan dinerito, y que vivimos del turismo, pero ¿tenemos tradiciones?
Y sobre todo, respetemos a los que piensan diferentes a nosotros. Un gobernante, tenga la ideología que tenga, tiene que gobernar para todos y no para los que a ellos les ha votado, es para todos. ¿No hubiera sido bueno hacer una encuesta y oír las opiniones de todos? ¿Por qué no se hace una app dónde se informe de los cambios y que haya votaciones? Yo tengo una que hay para el congreso y puedes dar tu opinión con me gusta o no me gusta y a lo mejor hay una para mi ayuntamiento, pero ahora mismo lo desconozco, pero si no la hay, habría que hacerla.
Insisto, habrá que cambiar mucho y reconozco que no tengo la edad para entender estos cambios, pero creo que me tocará verlos, pero no entiendo este “odio” que hay por lo cristiano y por las tradiciones y ahora pienso ¿cómo van a ser la próxima “semana santa”? porque no hablo de los carnavales que van a ser antes, porque como es una fiesta pagana, será bendecida por todo el mundo y no habrá sorpresas.
¿Y dentro de 3 años si se cambia de ideología política volveremos a las tradiciones antiguas? ¿Y al niño que dentro de ese tiempo tendrá 6 años que le vamos a decir ahora? ¿Y si luego hay otra vez cambios, volvemos a rectificar? Esto es de locura.
Habrá que prepararse a los cambios y me siento “mayor” “vieja”, la que hasta ahora estaba preparada a todos los cambios, ahora no sé qué pensar.
Solo digo que ya hemos terminado este año con el espíritu navideño y que a lo mejor ya no le volvemos a ver nunca más o en años. Pues nada, a esperar otros cambios y saber asimilarlos o a digerirlos.
¡Feliz 2016! Que creo que esto todavía se puede decir y a empezar con los buenos propósitos para este año que acabamos de comenzar.