Como, sin querer, me sacan de mi zona de confort
Mi primera acción como emprendedora fue en 1994. Tengo que decir que desde que me identifiqué con la palabra emprendedora, le he cogido tanto cariño que no me desprendo de ella. Me recuerda a la frase de una saga de libros que viene a decir algo así como: “la diosa que llevo dentro”. Es una palabra tan positiva, que hace que cada vez que la digo y/o la escribo, tenga ganas de realizar nuevos proyectos, ideas e ilusiones.
Sigamos con el relato de los comienzos. Vivo relativamente tranquila en mi vida laboral. Soy funcionaria de la Comunidad de Madrid, aunque de las que trabajan y responsable. Me encuentro muy cómoda en mi zona de confort.
La crisis de la época sólo me afectaba en el momento de sentarme. Cuando miraba el telediario. No era consciente de los adelantos tecnológicos que se estaban empezando a deslumbrar. Con la creación de Nacex, pero, mis neuronas se tuvieron que poner rápidamente en la actualidad, puesto que siempre se ha buscado ser puntero en tecnología. Pongo algunos ejemplos y me dirijo a una época casi “prehistórica”.
- En 1980, estaba intentando buscarme un buen futuro laboral. Una gran crisis en esa época, hizo que mi padre se quedara en el paro muy joven. Tuve que dejar el estudio de una carrera para apoyar a mi familia económicamente. No me gustaba el estudio de la contabilidad ni de la típica máquina de escribir y me puse en una academia a aprender a “teclear” en los primeros ordenadores. En aquellos momentos, se hacía con tarjetas perforadas y la computadora era una “gran IBM”.
- En 1981, apareció el sistema operativo MS-DOS. Ahora todo nos parece fácil, pero antes, había que aprenderse los “comandos” para poder llegar a hacer algo con el ordenador personal. Cd.., delete, etc. Ahora pinchamos en la misma pantalla y ya tenemos lo que queremos. Los primeros programas de Nacex son con dicho sistema operativo.
- ¿Os acordáis de los diskettes, flopys, el ruido de los módems, la casa llena de cables para llevar al módem por todas las habitaciones? Ahora lo tenemos todo en la “nube”. En el nuevo cometido emprendedor se empezó con grandes listados en papel, se continuó con los diskettes pequeños y posteriormente, llegaron los ficheros a través de Internet.
- En éstos mismo años, empezamos a ver los primeros teléfonos. Yo los vi en algunos descapotables. Recuerdo que desde el autobús en el que viajaba pensaba que qué presuntuosa era esa persona. Luego, vi unos enormes teléfonos usados en el supermercado, que se utilizaban para preguntar si se tenía o no una marca. Yo pensaba que nunca los utilizaría, que prefería preguntar directamente a la persona. Ahora, hasta lo uso como despertador.
- Antes, hacías cartas a familiares, amigos, amores… Cuidabas la letra, la estética, la ortografía… Ahora, abrevias para que entre más información en menos tiempo. Entre el 2006 y 2007, nació Facebook y Twitter, todos lo usamos para subir las fotos de los viajes desde el móvil, para que todo el mundo sepa de nosotros. Escribimos nuestros sentimientos, pensamientos y hablamos sin reparos de nuestra empresa.
- Cuando empezamos en 1995, mi socio, que hacía las funciones de comercial en la calle, cogía su maletín e iba llamando puerta por puerta. Ahora, a parte de éste método, tenemos todo lo relativo al “Social Media”, logo común de Nacex, logo propio de mi empresa Liberación 2000, tenemos página Web, Facebook, Twitter, Community Manager… y tenemos las neuronas a toda velocidad para conseguir captar la atención de todos los clientes que quieran que la calidad sea su emblema de trabajo.
Lo peor de todo es que no me he dado cuenta de cómo ni cuándo se han producido dichos cambios. Los he ido asimilando a tanta velocidad como se ha podido.
Pero volvamos a los principios de cómo me arrastran de mi zona de confort sin yo quererlo. Todo cambia un día, cuando nos informaron que se iba a crear una nueva empresa de transporte. Necesitaban franquiciados valientes (más bien locos). Empecé a calcular el dinero que necesitaba y no tenía, cómo se iba a desarrollar el tema, cursos, etc.
Dejemos para la siguiente entrada del blog estos comienzos.
Carmen Ruiz Atienza